La futura jefa oficialista en la Cámara alta, Patricia Bullrich, quiere ponerse al hombro el debate. Desde dos despachos mileistas deslizaron que pretende presidir la comisión de Trabajo.

En la Cámara alta, la flamante ex ministra de Seguridad y futura jefa de la bancada libertaria, Patricia Bullrich, quiere estar al pie del cañón con la norma y hasta analizaría pujar por la titularidad de la comisión de Trabajo, donde se iniciará la discusión de la ley en cuestión.
Aunque Bullrich todavía no tiene el cago como legisladora, ya piensa que será la única interlocutora en el Senado. En paralelo a lo que ocurra allí, con el plan de gastos para el año próximo estará ocupado en Diputados Martín Menem.
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Por otro lado, el apuro para acelerar el proyecto no choca, pero ya roza con incomodidad a un puñado de dialoguistas, que no encuentra una razón clara para semejante inmediatez. Tiempo atrás, delegados de Balcarce 50 sentenciaron, en visitas al Congreso, que la votación de leyes en diciembre ayudaría a una disminución del riesgo país hacia los 500 puntos.
También será interesante ver a cuántas comisiones irán direccionados las normas que el Ejecutivo incluyó en las sesiones extraordinarias, cuyo temario es resuelto por el primer mandatario. Con mayor volumen en ambas Cámaras, la ecuación cambiaría y se apuntaría a involucrar a las menos posibles. Esto implica, por ejemplo, que para un texto que toque la interpretación de la Carta Magna deba intervenir la de Asuntos Constitucionales, que el último trimestre casi se dedicó a querer modificar la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
