

En una expedición de investigación cerca de la Antártida, científicos a bordo de un barco de investigación han rescatado sus redes del agua fría del océano, hallando entre su captura una criatura con 20 brazos y una forma corporal distintiva. Este sorprendente descubrimiento ha sido identificado como una nueva especie.
A lo largo de varias expediciones de investigación entre 2008 y 2017 en el Océano Austral, los investigadores se embarcaron en la búsqueda de un grupo de enigmáticos seres marinos conocidos como Promachocrinus, o estrellas de mar antárticas, según un estudio publicado el 14 de julio en la revista Invertebrate Systematics.
Las estrellas de mar antárticas son animales «grandes» capaces de habitar en profundidades que oscilan entre unos 65 pies hasta aproximadamente 6,500 pies bajo el agua, y poseen una «apariencia de otro mundo» mientras nadan, según han afirmado los investigadores. Aunque ambos son invertebrados marinos, las estrellas de mar antárticas se distinguen de sus homólogas más conocidas.
Durante sus investigaciones, los científicos lograron recolectar ocho estrellas de mar con una característica forma corporal, lo que condujo al descubrimiento de una nueva especie: Promachocrinus fragarius, conocida comúnmente como la estrella de mar antártica de fresa.
Esta recién identificada criatura se distingue por tener 20 brazos que se ramifican desde su núcleo en una forma similar a la de una «fresa», tal como describe el estudio. Su coloración varía desde un tono «purpúreo» hasta un «rojo oscuro», aunque no se proporcionaron mediciones precisas de su tamaño total.
Fotografías revelan que esta nueva especie posee dos tipos de apéndices. Los brazos inferiores y más cortos presentan un aspecto casi rayado y abultado, mientras que los brazos superiores y más largos parecen suaves y plumosos.
Una imagen en primer plano muestra la parte inferior de la estrella de mar antártica de fresa, que posee una forma aproximadamente triangular, ensanchándose en la parte superior y estrechándose hacia una punta inferior redondeada. Su textura parece ser abultada, con hendiduras circulares probablemente dejadas por brazos rotos.
Los científicos nombraron a esta nueva especie en base a la palabra latina para «fresa», debido a la «semejanza de la forma corporal… con una fresa».
Se ha determinado que la estrella de mar antártica de fresa se encuentra en todo el Océano Austral, habitando en profundidades que van desde aproximadamente 215 pies hasta alrededor de 3,840 pies, según lo han indicado los investigadores.
La identificación de esta nueva especie se basó en su forma corporal y un análisis de su ADN, como se detalla en el estudio.
El equipo de investigación, compuesto por Emily McLaughlin, Nerida Wilson y Greg Rouse, también documentó varias otras especies de estrellas de mar antárticas, incluyendo tres especies nuevas.