«La victoria de Trump es una gran noticia para el país. Hasta Elon Musk que formará parte del gobierno es amigo de Javier Milei», sostuvo Demian Reidel,
Milei viajará a Estados Unidos con Karina y Gerardo Werthein.
El triunfo de Donald Trump es otro «gol» que gritó el Gobierno de Javier Milei. La apuesta presidencial, yendo al CPAC buscando la foto con Trump y luego forjando una relación con Elon Musk (que curiosamente terminó siendo el jefe de campaña del republicano), salió bien. Pero Trump no es Milei.
El electo presidente en EE.UU. no tiene esa afinidad libertaria y, quienes lo conocen, dicen siempre lo mismo: «No tiene amigos, tiene gente que le es útil».
En ese esquema, Milei -hoy convertido en sensación a nivel mundial por su excentricidad y resultados económicos- suma puntos para el estadounidense. Más allá de lo que haga finalmente Trump con su política proteccionista y la guerra comercial, algo que traería inflación y por ende generaría un dólar más caro en el mundo por un aumento de tasas, el impacto inicial es favorable para la Argentina.
El Gobierno se juega a seguir construyendo puentes que le permitan llegar con este esquema económico sin ingresarlo al service, que muchos consultores ponderan necesario, hasta pasadas las elecciones de octubre de 2025. En ese sentido, el apoyo de EE.UU. en el board del Fondo es clave.
El rol de W y visita de Milei
«Estados Unidos es un aliado clave para Argentina. La victoria de Trump es una gran noticia para el país. Hasta Elon Musk que formará parte del gobierno es amigo de Javier Milei», sostuvo Demian Reidel, el Jefe del Consejo de Asesores del Presidente de Argentina.
El elenco oficial, tras conocerse el triunfo republicano, salió rápido a generar el vínculo con el electo presidente de EE.UU.. Ahí el rol clave lo juega Gerardo Werthein, actual canciller y ex embajador en Washington.
El empresario es el artífice de los contactos argentinos con el equipo de Trump y Elon Musk. Milei irá a visitar a Trump la semana que viene. La idea del Gobierno es mostrar su predisposición total a la gestión republicana. No está confirmado, pero algunas voces cercanas al Gobierno dicen que podría ir también como parte de la delegación (además del canciller y de Karina Milei, obviamente) parte del equipo económico. Se verá.
La idea del Gobierno es mostrar su predisposición total a la gestión republicana. No está confirmado, pero algunas voces cercanas al Gobierno dicen que podría ir también como parte de la delegación (además del canciller y de Karina Milei, obviamente), parte del equipo económico. Dependerá de si Trump ya tiene gente apuntada para los puestos relevantes en el Tesoro.
Los nombres que suenan en Washington para la gestión económica de Trump aún no están decididos. Los que ya entraron pero en el equipo que ayudará al electo presidente en la transición son Howard Lutnick, el dueño de Cantor Fitzgerald (el mayor trader de bonos del Tesoro de Wall Street) y Linda McMahon, de la America First Policy Institute.
Lutnik es un wallstreetero mediático que salió en el programa de Trump, «The Apprentice». Donó US$ 10 millones a la campaña del republicano y ayudó a conseguir otros US$ 75 millones. Otro de los asesores principales de Trump es Steven Mnuchin, ex secretario del Tesoro durante la presidencia anterior del republicano, quien conoce muy bien a Luis Caputo y su equipo. No repetirá mandato, pero es de consulta permanente del republicano.
Toto espera los verdes
El ministro de Economía sabe que sea cual fuere el nombrado en el Tesoro, habrá que esperar qué tanto de esa buena relación entre Milei y Trump se traduzca en dólares.
Tal como contó El Economista, Caputo tiene dos opciones en carpeta: un programa con dinero adicional o acuerdo con front-loud, o sea que le adelantan pagos que el organismo le iba a dar en forma trimestral. Lo que necesita el Gobierno es armarse un colchón de dólares que le permita aprovechar esta brecha casi inexistente con el dólar paralelo para salir del cepo.
¿Préstamo directo por parte del Tesoro hacia la Argentina? Eso está prácticamente descartado.
Lo cierto es que el equipo económico tampoco se ve ansioso. En el entorno de Caputo repiten que pueden vivir sin plata fresca del Fondo. La clave son los condicionamientos que pueda tener el organismo. En el mega préstamo político de Trump vía el FMI a Mauricio Macri, estaba la prohibición de intervenir el mercado cambiario.
Caputo lo sufrió a tal punto que, en su breve paso como titular del BCRA de ese entonces, no le respondía los llamados a Alejandro Werner (otrora jefe de la misión del Fondo) cuando intervenía en el dólar. El Fondo lo escrachó en un staff report a Caputo y se dice que el organismo fue quien pidió la cabeza del ahora ministro de Milei.
Pero eso es el pasado. La relación de este equipo económico con la gente del Fondo es bastante buena, si bien no han logrado destrabar financiamiento nuevo (por ahora). Más allá de eso, en el Gobierno creen que el éxito del blanqueo, que inyectó casi US$ 20.000 millones, los dólares de la cosecha y el saldo energético, mantendrá la paz cambiaria todo el 2025. Con o sin el Fondo, con o sin el apoyo de Trump.
¿Alguien dijo canje?
Pero si sigue el viento de cola, la opción de realizar un canje amistoso (a precios de mercado convenientes) podría crecer.
En 2025, el Tesoro deberá afrontar vencimientos por aproximadamente US$ 9.500 millones provenientes de bonos en moneda extranjera, de los cuales los pagos de enero ya están cubiertos. Sin embargo, los años siguientes presentan un perfil de vencimientos igualmente significativo, cercano a los US$ 10.000 millones anuales hasta 2027, aumentando luego a partir de ese año.
«Para hacer frente a estos compromisos, el Tesoro cuenta con tres opciones: realizar los pagos en efectivo, refinanciar la deuda u ofrecer un canje voluntario. La primera opción resultaría difícil, aunque no imposible, dado el nivel de reservas actuales. Por otro lado, la colocación de bonos en mercados internacionales requeriría que el riesgo país mantenga una tendencia a la baja, idealmente alcanzando niveles de aproximadamente 500 puntos básicos, por lo que aún nos encontramos lejos de este escenario. En un escenario intermedio, Argentina podría incurrir en canje voluntario que resulte favorable tanto para los inversores como para el Tesoro, aliviando su perfil de pagos», sostiene Delphos Investment.
Según la consultora, los bonos soberanos más cortos son los que concentran mayores flujos en los próximos años, debido a que estos ya se encuentran pagando capital, por lo que tiene sentido que sean estos los principales candidatos a ser canjeados. Asimismo, los bonos con vencimiento en 2029 y 2030, al tener cupones bajos (1% y 0,75% respectivamente), podrían ofrecer un margen para mejorar sus condiciones en un eventual canje.
«Si bien mantenemos una perspectiva optimista respecto a la capacidad de pago del Tesoro, respaldada por su voluntad de cumplir sus obligaciones, su compromiso con el superávit y el potencial de acumulación de reservas, nos resulta fundamental considerar las alternativas disponibles para la gestión en el corto plazo. Aunque el avance en la reducción del riesgo país ha sido significativo, aún le queda recorrido para poder acceder a los mercados en busca de refinanciar su deuda. No obstante, vemos factible un punto intermedio donde el gobierno ofrezca un canje amigable y los inversores mantengan el valor presente mejorando la tasa de interés. Además, esto sería más positivo para el actual esquema de pagos que en un escenario en el que se emitan nuevos bonos a tasas no tan convenientes o se dependa exclusivamente de acceder a repos«, explica Delphos.
La macro, con mejores perspectivas
Si lo financiero sigue traccionando, la macro (con más holgura de dólares) también podría seguir estabilizando. La consultora 1816 dice que dado que entre 2026 y 2027 se espera un superávit comercial energético de cerca de US$ 30.000 millones sumando ambos años, los grandes riesgos del programa de Milei se concentraban en 2024 (por si buscaban dolarizar sin dólares y/o por si la gente no se bancaba el ajuste de los primeros meses) y en 2025 (por si nos quedábamos sin divisas para los vencimientos y por la elección de medio término).
«Luego del blanqueo (que, repetimos otra vez, mejoró muchísimo las perspectivas de la balanza de pagos), pareciera ser que de todos esos el único riesgo idiosincrático grande que queda por delante es el electoral: CFK, el ‘cuco’ del mercado, conserva una alta imagen en PBA, donde Kicillof obtuvo el 45% de los votos hace apenas 12 meses», explica la consultora predilecta de los bancos.
Pero recuerda que la actividad económica consolidó su rebote en octubre (y eso es bueno para Milei) y «somos optimistas con los salarios reales, aunque es una incógnita la dinámica del mercado laboral en los próximos meses».
«Desde luego, también es importante que no se profundice demasiado el sell-off de mercados emergentes (que hasta ahora no nos afectó en absoluto), porque el programa local se basa en una marcada apreciación del TCR que puede generar inquietud si el BRL y la soja extienden la debilidad de los últimos meses. Pero insistimos: todo luce mucho mejor hoy que en agosto, los riesgos son cada vez menores y por eso los activos valen más«, explica 1816.
https://eleconomista.com.ar/economia/milei-fondo-su-apuesta-maga-make-argentina-great-again-n79242