Mercado local aplastado con luces para el oro y la plata

La brecha ideológica que divide a los argentinos sigue espantando a los inversores, y las acciones y los bonos continúan con días estancados. También hay subas en el dólar blue, inquietando a los que navegan en el carry trade

En un país que viene agrietado desde Saavedra y Moreno, sin interrupciones, lo que más retumbó este martes incluso en las mesas de la city, fue la contundente frase del actor Luis Brandoni al recibir el Martín Fierro de Cine de platino: «La gente no quiere más ladrones por todas partes, tenemos que ser serios». Y lo más increíble del caso fue que en la audiencia que lo escuchaba hubo muchísimas muecas, ya que mucha de la gente que dice defender a la cultura se acostumbró a vivir de la teta del Estado, y se resisten a tener que lograr cosas, sin que esta sociedad empobrecida les pare la olla.

Esa división entre una parte de la sociedad que dice querer un Estado grande para vivir de él, sin que les importe que siete de cada 10 chicos sea pobre, está marcando en este momento un pulso negativo en el mercado local, ya que la fuerte presión política que recibe el Gobierno, con siete paros docentes en dos meses y ahora un paro nacional del transporte el 30 de octubre, vuelve a formalizar presión en el precio del dólar, con cotizaciones ahora estancadas tanto para bonos como para acciones y con un riesgo país que crece de nuevo, alejando al país nuevamente del acceso al crédito voluntario internacional.

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Es cierto, además, que este momento de pausa que vive el mercado local no obedece únicamente a las fricciones internas, sino también a tensiones internacionales, que tienen como catalizador fundamental a la elección presidencial que disputarán Trump y Harris en dos semanas, el 5 de noviembre, y a la decisión que tomará el titular de la Fed, Jerome Powell dos días después, con la mitad de la biblioteca esperando que quizás no haya ninguna movida en la tasa de interés base del banco central norteamericano.

En números concretos, el mercado parece creer que la Fed dejará su tasa en 5% anual, sin bajarla en 25 puntos básicos como esperan algunos operadores. Y una prueba de eso es que las tasas largas de EE.UU. se siguen afirmando: se pagó 4,3% anual a 1 año de plazo, 4% anual a 5 años, 4,2% anual a 10 años y 4.5% anual a 30 años. Y con eso, en el exterior el dólar subió 0,2% contra el euro y el yen y 0,1% en China, no cambió en Brasil y contra la libra, y cedió 0,3% en México y 0,5% en Chile.

Con el ministro de Economía Luis Caputo obteniendo en Washington créditos por US$ 2.000 millones de parte del Banco Mundial y con buenas perspectivas de conseguir un inminente acuerdo con el FMI, probablemente en los primeros días de noviembre, el mercado cambiario local viene mostrando una firmeza en el blue, pero con los dólares financieros tranquilos, pero con una situación que ya alcanza para que los arriesgados del carry trade empiecen a preguntarse si ya es momento de desensillar de las colocaciones de pesos a tasa de interés.

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Más allá de eso, con el dólar exportador a $1.051,27, el BCRA logró comprar US$ 174 millones en el mercado, y al final del día el BCRA sumó US$ 84 M en las reservas. Pero a pesar de esa foto positiva, el dólar blue subió $5 hasta $1.245, el Senebi subió $1,09 hasta $1.196,26, el MEP bajó 65 centavos hasta $1.167,26 y el contado con liquidación bajó $1,72 hasta $1.195,14. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 23% y la del CCL con el mayorista fue del 21%.

El foco de la inquietud financiera global obedece a que muchas cotizaciones están con precios exuberantes y hay bancos de inversión como Citibank, JP Morgan y otros advirtiendo que hay grandes chances de que Wall Street enfrente problemas una vez que se conozca el resultado electoral norteamericano. De ahí que muchos deciden huir del riesgo, y se colocan en refugios clásicos, pero abandonan posiciones dudosas, como los títulos públicos argentinos. De ahí que, con volumen medio, los bonos argentinos bajaron otro 0,3% y el riesgo país subió 99 unidades hasta 1.199 puntos básicos.

La gran duda en EE.UU. sigue siendo si habrá aterrizaje suave o recesión. Y, a la espera de los balances trimestrales de empresas de inteligencia artificial que tienen valores bursátiles celestiales, se concretó otro cierre mixto en la Bolsa de Nueva York, con el Dow y el S&P bajando apenas 0,1% y el Nasdaq logrando subir otro 0,2%. Mientras que la Bolsa de San Pablo bajó 0,2% y la de México achicó 0,8%.

Entre los papeles argentinos el clima tampoco fue optimista. Con $38.981 millones operados en acciones y $45.560 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 0,7%. En tanto que los ADR argentinos en Nueva York mostraron subas del 1% al 2% para Edenor y Central Puerto; con bajas del 1% al 4% para Telecom, Mercado Libre, Bioceres, Supervielle y Cresud.

Y lo que mueve todo el avispero es lo que sucede con las materias primas. Por las tensiones en Medio Oriente, el petróleo subió otro 2,3%, aliviando las tensiones en Vaca Muerta. Mientras que los metales básicos terminaron mixtos. Los granos esta vez estuvieron con subas en Chicago y con buen día para el maíz y el girasol y malo para el trigo en Rosario.

Y lo que más se distinguió fue el tipo de refugio que buscan los inversores. En general, cuando se esperaba que este fuera un gran momento para las criptomonedas, el Bitcoin bajó 0,1%, sigue sin fuerza, y con clima muy selectivo en el resto de los valores del panel. Y los inversores conservadores van lo seguro: el precio del oro escaló otro 1% y llegó a otro récord histórico, pero la frutilla del día volvió a ser la onza de plata, que escaló 2,8% y ya logra su mejor cotización de los últimos trece años.