Las medidas del Gobierno para frenar la escalada de precios siguen siendo insuficientes y el margen de maniobra se achica a medida que se acercan las elecciones.
Luego de que el Indec publicara la inflación de abril (8,4%), el Gobierno anunció una batería de medidas en un intento por contener los precios pero, para la consultora Fundación Capital, estas dejan en evidencia el voluntarismo como su principal característica.
«Más allá de la suba en la tasa de interés de la Leliq y plazos fijos, que a diferencia del mes pasado se realizó de forma inmediata tras la publicación del dato de inflación y con intensidad apropiada (al 97% TNA, +600 puntos básicos), aquellas que apuntan a administrar el mercado cambiario continúan siendo intenciones más que medidas concretas«, señaló la consultora en un informe.
- La inflación de abril alcanzó el 8,4% mensual (108,8% interanual), siendo el registro más alto desde la salida de la Convertibilidad. Así, el cuatrimestre finalizó con una suba del 32% que, de manera anualizada, alcanza a130%.
«Sin dólares, no hay mucho margen para administrar el crawling peg, ni para intervenir los dólares financieros ni para agilizar las importaciones de bienes de capital», agregó.
En la misma línea, se anunció la creación de una Unidad de Análisis del Comercio, cuyo objetivo sería monitorear las operaciones de comercio externo e interno, «aunque a monitorear su efectividad».
Por otro lado, la intención de motorizar el consumo abaratando el financiamiento de Ahora 12 o vía reintegros sobre los consumos con tarjeta para los hogares de menores ingresos «luce modesto en el marco de una caída del poder adquisitivo que ya acumula seis años», afirmó Fundación Capital.
Transcurriendo el quinto mes, el informe indicó que el año difícilmente termine con una nominalidad por debajo del 130%, con un techo que todavía no es claro.
En efecto, «el estrés sobre los dólares financieros podría ser aún más recurrente hacia delante, lo que se combina con una asistencia monetaria al Tesoro que irá en aumento ante un déficit fiscal elevado, en un marco de reservas internacionales en baja y mayores restricciones sobre las importaciones», consideraron.
A estos factores que presionan sobre la inflación, se le suman paritarias muy cortas y con más períodos de revisión por lo que cualquier sorpresa en el IPC es rápidamente trasladable a la discusión de salarios, retroalimentando la dinámica.
Asimismo, el Gobierno aceleró la quita de subsidios para ciertos segmentos, lo que también suma combustible a una nominalidad ya elevada.
«En este contexto, no puede descartarse una aceleración extra hacia la segunda mitad de año, con la inflación finalizando el año en el 145% interanual», afirmaron desde la consultora.
Mayo con piso de 8%
Hacia delante, mayo ya tiene un piso elevado de inflación (en torno al 8%), al contar con el impacto pleno del salto en los dólares financieros, a la vez que registra importantes ajustes de precios regulados, «lo que le adicionará 1,5 puntos al IPC del mes», precisó el informe.
«En los siguientes meses, con un déficit fiscal elevado, no hay espacio para usar el ancla tarifaria. Asimismo, pisar el tipo de cambio tampoco es una alternativa, con reservas netas negativas y una brecha acomodándose cerca del 100%», afirmó.
«Aún más, la política monetaria resulta expansiva, en tanto el BCRA se encuentra muy activo asistiendo al fisco a través de adelantos transitorios por $390.000 millones y con compras en el mercado secundario de títulos públicos por unos $250.000 millones en el último mes», indicó Fundación Capital.
«En este contexto de pocos dólares y muchos pesos, las restricciones sobre las importaciones se suceden y los dólares financieros presentan una clara tendencia al alza, con episodios de estrés sobre la brecha que pueden ser más recurrentes hacia delante», agregó.
Si bien el cierre de paritarias cortas evitan establecer un número de referencia que se debería ubicar por encima del 100% y disparar las expectativas de precios, «cualquier sorpresa inflacionaria es rápidamente trasladable a la discusión de salarios, lo que suma un desafío adicional dado que en este año muchas revisiones se concentran en junio/julio, justo en la previa electoral».
Finalmente, existe un fuerte componente inercial. «En los últimos 15 años, los registros inflacionarios pasaron del 20% al 40% anual, tocando el 50% en 2021 y casi el 100% en 2022. Todo está seteado para que este año se ubique en un nuevo escalón de inflación, con un piso mensual que ya se encuentra en el 7%», concluyó.
https://eleconomista.com.ar/economia/el-2023-podria-terminar-una-inflacion-145-n62444