Datos y cifras
- El síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) es una enfermedad respiratoria vírica provocada por el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), que fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012.
- Los coronavirus son una extensa familia de virus causantes de enfermedades que abarcan desde el resfriado común hasta el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
- Los síntomas típicos del MERS son fiebre, tos y dificultad respiratoria. La neumonía es frecuente, pero los pacientes con MERS no siempre desarrollan esta afección. También se han notificado síntomas gastrointestinales entre los pacientes con MERS, como la diarrea.
- Aproximadamente el 35% de los casos de pacientes con MERS notificados a la OMS han fallecido.
- El MERS-CoV es un virus zoonótico, lo que significa que se transmite de los animales a las personas. El MERS-CoV se ha detectado en dromedarios que se han relacionado con infecciones humanas en varios Estados Miembros de Oriente Medio, África y Asia Meridional.
- La transmisión de persona a persona es posible y ha tenido lugar predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de salud. Fuera de esos entornos de atención de salud, la transmisión de persona a persona ha sido limitada.
Síntomas
El espectro clínico de una infección por MERS-CoV abarca desde la ausencia de síntomas (infección asintomática), o síntomas respiratorios leves, hasta enfermedades respiratorias agudas graves y la muerte. Un cuadro típico del MERS consiste en fiebre, tos y dificultad respiratoria. La neumonía es una manifestación habitual, pero los pacientes con MERS no siempre desarrollan esta afección. También se han notificado síntomas gastrointestinales, como la diarrea. Un cuadro grave de la enfermedad puede entrañar una insuficiencia respiratoria que requiere ventilación mecánica o soporte vital en una unidad de cuidados intensivos. Las personas mayores, las personas con sistemas inmunitarios debilitados y las personas con enfermedades crónicas, como nefropatías, cáncer, neumopatías crónicas, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y diabetes, parecen estar expuestas a un mayor riesgo de padecer un cuadro grave de la enfermedad.
Aproximadamente un 35% de los casos de pacientes notificados a la OMS han fallecido, pero esta cifra podría ser una sobreestimación de la verdadera tasa de mortalidad, ya que cabe la posibilidad de que los actuales sistemas de vigilancia no detecten los casos leves de MERS.
Desde la identificación del MERS-CoV en 2012, 27 Estados Miembros han notificado casos de MERS a la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005): Alemania, Arabia Saudita, Argelia, Austria, Bahrein, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos de América, Filipinas, Francia, Grecia, Italia, Jordania, Kuwait, Líbano, Malasia, Omán, Países Bajos, Qatar, Reino Unido, República de Corea, República Islámica del Irán, Tailandia, Túnez, Türkiye y Yemen.
Transmisión
Transmisión zoonótica: el MERS-CoV es un virus zoonótico, lo que significa que se transmite de los animales a las personas. Los estudios han demostrado que los seres humanos se infectan a través del contacto directo o indirecto con dromedarios infectados, aunque aún no se conoce bien la vía de transmisión exacta. El MERS-CoV se ha detectado en dromedarios en varios Estados Miembros de Oriente Medio, África y Asia Meridional. A pesar del escaso número de infecciones en seres humanos notificadas fuera de Oriente Medio, estudios recientes en poblaciones humanas con exposición profesional a los dromedarios en varios Estados Miembros indican que también se está produciendo una transmisión zoonótica en Estados Miembros del continente africano.
Transmisión de persona a persona: este tipo de transmisión es posible y ha tenido lugar predominantemente entre contactos directos y en entornos de atención de salud. Dicha transmisión afecta también a los integrantes de la familia y el hogar, los trabajadores de la salud y otros pacientes. Los mayores brotes se han producido en establecimientos de salud de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y la República de Corea. Fuera de los entornos de atención de salud, no se ha documentado una transmisión sostenida de persona a persona en ningún lugar del mundo.
Arabia Saudita ha notificado aproximadamente el 80% de los casos de infección en seres humanos, en gran parte como consecuencia de un contacto directo o indirecto con dromedarios infectados o con personas infectadas en establecimientos de salud. Los casos detectados fuera de Oriente Medio suelen corresponder a personas que parecen haberse infectado en Oriente Medio y posteriormente han viajado a zonas fuera de la región. Hasta la fecha, solo se ha producido un escaso número de brotes fuera de Oriente Medio.
Prevención y tratamiento
En la actualidad no se dispone de ninguna vacuna ni de ningún tratamiento específico, aunque hay varias vacunas y tratamientos específicos contra el MERS-CoV en proceso de desarrollo clínico. A falta de un tratamiento específico contra el MERS, el tratamiento de los pacientes contra esta enfermedad es de apoyo y se basa en el estado clínico del paciente.
Como precaución general, toda persona que visite granjas, mercados, establos u otros lugares donde haya dromedarios y otros animales debe adoptar medidas de higiene generales, como lavarse las manos con frecuencia, antes y después de tocar a los animales, y evitar el contacto con animales enfermos.
El consumo de productos de origen animal crudos o poco cocinados, incluidas la leche y la carne, conlleva un alto riesgo de infección por diversos patógenos que pueden causar enfermedades en el ser humano. Los productos de origen animal que se procesan adecuadamente mediante cocción o pasteurización son seguros para el consumo, pero también deben manipularse con cuidado para evitar una contaminación cruzada con alimentos crudos. La carne y la leche de camello son productos nutritivos que pueden seguir consumiéndose después de la pasteurización, la cocción u otros tratamientos térmicos.
Las personas expuestas a un mayor riesgo de padecer un cuadro grave de la enfermedad deben evitar el contacto con dromedarios, beber leche cruda de camello u orina de camello, o comer carne que no se haya cocinado adecuadamente.
Establecimientos de salud
Ha habido transmisión del MERS-CoV en establecimientos de salud de varios Estados Miembros, concretamente de pacientes a trabajadores de la salud y entre pacientes en un entorno de atención de salud antes de que se diagnosticara el MERS-CoV. Sin embargo, no siempre es posible identificar a los pacientes con MERS-CoV de forma temprana o sin realizar pruebas de diagnóstico, ya que los síntomas y otras características clínicas pueden ser inespecíficos.
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Ha habido conglomerados de casos y brotes más grandes en establecimientos de salud, especialmente cuando las prácticas de prevención y control de la infección eran inadecuadas o inapropiadas. Por lo tanto, las medidas de prevención y control de la infección son fundamentales para evitar la posible propagación del MERS-CoV en los establecimientos de salud. Los establecimientos que atienden a pacientes con infección presunta o confirmada por MERS-CoV deben adoptar las medidas adecuadas para disminuir el riesgo de transmisión del virus de un paciente infectado a otros pacientes, a los trabajadores de la salud o a visitantes. Los trabajadores de la salud deben recibir formación teórica y práctica en materia de prevención y control de la infección y deben actualizar periódicamente estos conocimientos.
Viajes
La OMS no recomienda imponer restricciones a los viajes ni al comercio, ni cribados de entrada en relación con el MERS-CoV.
Respuesta de la OMS
La OMS sigue colaborando con especialistas en salud pública y salud animal, clínicos y científicos de los Estados Miembros afectados y en situación de riesgo para reunir e intercambiar pruebas científicas que permitan comprender mejor el virus y la enfermedad que provoca, y para determinar estrategias óptimas e integradas de vigilancia del MERS y otras enfermedades respiratorias, y prioridades de la respuesta a los brotes, que incluyen investigaciones exhaustivas sobre el terreno que se ajusten a «Una sola salud» y métodos de gestión y tratamiento clínicos. La OMS también colabora con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), así como con gobiernos nacionales, para elaborar estrategias de prevención en materia de salud pública que limiten la transmisión y la amplificación de zoonosis en el ser humano, lo que incluye el desarrollo de vacunas experimentales para el ser humano y el dromedario.
Conjuntamente con los Estados Miembros afectados y con los asociados y redes técnicas internacionales, la OMS coordina la respuesta de salud pública mundial al MERS, que incluye: el suministro de información actualizada sobre la situación epidemiológica; la realización de evaluaciones de riesgos e investigaciones conjuntas con las autoridades nacionales; la convocatoria de reuniones científicas; y la elaboración de orientaciones técnicas y material de capacitación para las autoridades y los organismos técnicos de salud.
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La Directora General convocó por primera vez en 2013 un Comité de Emergencia en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005) para que prestara asesoramiento sobre si los brotes de MERS constituían una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) y sobre las medidas de salud pública que habría que adoptar. El Comité se ha reunido en diez ocasiones, y en todas ellas ha llegado a la conclusión de que los brotes no reúnen los criterios constitutivos de una ESPII. La OMS sigue alentando encarecidamente a todos los Estados Miembros a que mantengan una vigilancia de las infecciones respiratorias agudas graves, como el MERS, en los Estados Miembros en los que se sabe que el MERS-CoV se transmite entre los dromedarios, y a que examinen detenidamente todo patrón inusual en los casos de infecciones respiratorias agudas graves o neumonía.
Tanto los Estados Miembros afectados como los que se encuentran en situación de riesgo deben mantener una vigilancia rigurosa, especialmente los que registran un gran número de viajeros o trabajadores migratorios que regresan de Oriente Medio. La vigilancia debe seguir reforzándose en los Estados Miembros afectados, de conformidad con las orientaciones de la OMS, además de los procedimientos de prevención y control de la infección en los establecimientos de salud. En virtud de las disposiciones del Reglamento Sanitario Internacional (2005), la OMS sigue solicitando a los Estados Miembros que notifiquen a la Organización todos los casos confirmados y probables de infección por el MERS-CoV, y que suministren información sobre la exposición al virus, las pruebas de diagnóstico y la evolución clínica para fundamentar las actividades y orientaciones de preparación y respuesta.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/middle-east-respiratory-syndrome-coronavirus-(mers-cov)?gad_source=1&gclid=EAIaIQobChMI0b3MvNKRigMV6iBECB0IPDFHEAAYASAAEgJaOvD_BwE