La ciudad de Apóstoles vive momentos de profundo dolor, indignación y miedo tras la detención de los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) con la participación de menores de 13 años. Las marchas serán moneda corriente a partir de ahora, aseguran.

El pasado viernes, los vecinos de Apóstoles se congregaron en una marcha para expresar su repudio hacia los acusados, en especial contra Germán Kiczka, conocido en la la localidad por su rol como diputado provincial. La manifestación transcurría pacíficamente, hasta que la intervención de Leonardo Kiczka, padre de los hermanos imputados, desató una ola de tensión.
Leonardo Kiczka confrontó a los manifestantes y advirtió sobre el contenido de los carteles, señalando que no tenía relación con las acusaciones contra sus hijos. “Quiero ver los carteles que tienen. Porque yo acepto que se movilicen por los menores. Pero un cartel relacionado a mi negocio, están equivocados, yo no estoy imputado”, afirmó ante la prensa.
Una ciudad conmocionada y temerosa
Entre los vecinos que marcharon, Gilda Kasibrodiuk expresó la conmoción que vive el pueblo. “En Apóstoles todos conocen a los hermanos Kiczka, son chicos que crecieron acá. Yo personalmente conocía más al político (Germán), pero con el hermano no tenía tanto contacto”, declaró Kasibrodiuk, reflejando el impacto que ha tenido el caso en una comunidad donde las relaciones interpersonales son estrechas.

Kasibrodiuk describió el clima de incertidumbre y miedo que predomina en Apóstoles desde que estalló el escándalo. “Estamos muy consternados, asustados y shockeados todos los padres. Los vecinos están con miedo porque nunca ocurrió algo así en Apóstoles”, dijo.
LEELO ACA: Formalizaron la expulsión de Germán Kiczka de la Legislatura de Misiones
Además, reveló información que causó aún más preocupación entre los habitantes: “En la sede del Partido Activar ensayaba una banda de niños y eso lo tomamos conocimiento ahora. En Estudio 55 siempre había bailes, no sé si ahí captaban a los menores, yo creo que sí”.

Estas declaraciones sugieren que los hermanos Kiczka pudieron haber utilizado espacios de confianza y esparcimiento para perpetrar sus presuntos delitos, lo que ha generado una sensación de vulnerabilidad y desconfianza en el pueblo. “A nosotros en febrero nos sorprendió cuando hicieron el primer allanamiento y no detuvieron a Sebastián. No sabemos si el padre estaba involucrado o no”, comentó Kasibrodiuk, señalando la falta de respuestas claras en torno a la participación de otros posibles implicados.
Miedo a denunciar en una comunidad pequeña
El caso de los Kiczka evidenció el miedo que reina entre los habitantes de Apóstoles, quienes temen denunciar por posibles represalias. Kasibrodiuk señaló que “los que lo defienden son los de su mismo partido y sus familiares. Lo que pasa es que Apóstoles es un pueblo chico y mucha gente tiene miedo a hablar. Todos deberíamos tomar conciencia”.
Según la vecina, hay residentes que tienen denuncias fuertes, pero no se atreven a dar el paso por temor a exponer a sus hijos y sufrir consecuencias en un entorno donde todos se conocen. “Muchos no quieren exponer a sus hijos, es un pueblo chico. Los padres tienen que denunciar, es la única manera para terminar con esto que es aberrante”, enfatizó.
Un llamado a la unidad y la acción
En medio de este panorama desolador, Kasibrodiuk hizo un llamado urgente a la comunidad para que se una y tome medidas contundentes contra estos actos. «El daño que hicieron es gravísimo. Esos niños que ellos tocaron van a ser el día de mañana los ciudadanos de nuestro pueblo», lamentó. Para ella, es fundamental que los vecinos pierdan el miedo y se atrevan a alzar la voz contra quienes han perpetrado estos delitos: “Necesitamos ponernos firmes para la próxima marcha. Hay que denunciar estos casos y que nunca más pueda aparecer un Kiczka en Apóstoles. Lo que hicieron deben pagar y que caigan los que tengan que caer”.
La protesta del viernes, marcada por la confrontación con Leonardo Kiczka, es solo una de las tantas acciones que los vecinos planean llevar adelante en las próximas semanas. Los testimonios y las demandas de justicia continúan resonando con fuerza en Apóstoles, un pueblo que clama por la protección de sus niños y por el castigo de aquellos que han traicionado la confianza de su comunidad.
Ante la insistencia de los periodistas sobre la causa que involucra a sus hijos, Leonardo Kiczka se negó a hacer declaraciones concluyentes, limitándose a decir: “No voy a opinar”. Sin embargo, cuando fue cuestionado sobre la inocencia de Germán y Sebastián Kiczka, respondió de manera enigmática: “Ya se van a enterar”. Esta postura ha dejado más preguntas que respuestas y ha intensificado la sensación de incertidumbre que prevalece en Apóstoles.
https://misionesonline.net/2024/09/09/apostoles-en-pie-de-lucha-contra-los-kiczka
