
- Para comenzar, ¿podrían contarnos cómo surgió la historia de Cuatro Tres Dos?

Isobella: Con Javi nos conocimos en el año 2010. Él en ese momento estaba tocando la guitarra en una banda llamada Black River Ship, también de La Boca, junto con quien fue nuestro primer baterista, Horacio Rossi. Esa banda se disolvió en 2012. Con esa formación, Javi había grabado un demo casero, ¡que se sonaba todo!, pero cuando llevaron esas canciones a la sala de ensayo sentían que no sonaban igual que la grabación. Javier se puso a escuchar el demo y con un afinador con vúmetro se dio cuenta que el material grabado no estaba exactamente en 440hz (que sería lo común a la hora de afinar cualquier instrumento de cuerdas) sino 435, 433, 438 etc. Ese dato fue clave porque se puso a investigar sobre afinaciones y dio con mucha data que hablaba de la afinación 432hz, y en forma de chiste (o no tanto) se propuso llamar a su próximo proyecto Cuatro Tres Dos. En esa misma época yo me volví a conectar con el bajo, siempre me gustó y tocaba cuando era adolescente, sacaba de oído algunas canciones. Una tarde lo volví a agarrar, zapamos un rato y terminé quedando como bajista.


*Cuatro Tres Dos tiene un sonido muy característico, ¿cómo lo definirían ustedes siendo miembros fundadores de la banda?
Javier: El sonido se va trabajando con los años en realidad. No tiene que ver con un sonido impuesto o que tiene que ver con un efecto o con instrumentos determinados del rock, sino que tiene que ver con la impronta de la búsqueda musical, ¿no? La mezcla de géneros, el rol de los instrumentos en cada parte de los temas, la intensión, los acentos, y eso en definitiva, en el conjunto, otorga un audio que con el tiempo se volvió distintivo de la banda. Es un sonido aguerrido, sofisticado, volador, cálido y muy sensual.
- Durante la producción de sus tres álbumes de estudio (Animé -2015; Raíz -2018; Panacea, 2022), ¿les pasó de encontrarse con alguna canción que les presentara un desafío particular durante el proceso de grabación?

Javier: Yo creo que cada una de las canciones son un desafío en si mismas. Cada canción es un mundo distinto, único e irrepetible. Vos las podés maquetar inicialmente, pones hacer una preproducción o un demo, pero después cuando vas al disco, todo eso que vos planeaste o tenías armado, muchas veces de forma fortuita o casual puede modificarse, siempre es para mejor.
Isobella: Siempre se reformula algo en una canción. Se me vienen a la cabeza tres casos diferentes, que ocurrieron durante el proceso entero de grabación tomando en cuenta que ese proceso arranca desde el momento que decidimos cumplir el objetivo de grabar. Uno de esos casos fue “Jilguero” (Raíz, 2018) que arrancó siendo una canción muy tranqui modo acústica, y terminó como una locomotora, arriba de 140 BPM. Después la otra fue Alumbra (Panacea, 2022) que tuvo fácil, 5 maquetas antes de convertirse en lo que es hoy, pero la que sí tuvo lugar durante el proceso de grabación en el estudio, en El Pie, fue Box (Panacea, 2022) que, si bien no fue un gran desafío, tuvimos que parar y pensar como terminarla porque no nos convencía que cerrara con fade out, así que laburamos con Hernán García, gran amigo y productor de nuestros tres discos, y terminó con un hermoso bombazo en DO.

- Ya llevan una década de giras y experiencias, ¿hay algún momento memorable que recuerden con especial cariño ambos, así como algo que prefieran dejar en el olvido?
Javier: Empiezo por la segunda pregunta. No, no dejamos nada en el olvido, ni pretendo hacerlo porque todo lo vivido es parte de lo que nos trajo hasta acá.

En cuanto a un momento especial que recordemos con cariño… y que se yo, yo en este momento me acuerdo de Víctor Hugo Machalani, en la primera vez que lo conocimos.
Isobella: Víctor fue el primero que se acercó a nuestra música sin conocernos, nos descubrió por casualidad por recomendación de YouTube, que, aunque a veces nos parece que no sirve para nada la tecnología y el mundo de las redes, sin embargo permitió que nuestras vidas se crucen con la suya y así nació una amistad maravillosa.

Javier: Él se convirtió en una persona entrañable, con la que compartimos charlas infinitas, mucho cariño y respeto, consejos, amistad, comidas, bebidas… Hoy lamentablemente nos toca atravesar el duelo por su ausencia, pero es el recuerdo mas lindo que tenemos, de verlo ahí parado de punta en blanco esperando antes de entrar a donde sea que vayamos a tocar o verlo cantar y emocionarse.

- ¿Qué piensan del panorama actual del rock argentino y qué lo diferencia de los años anteriores?
Javier: El contexto. No es el mismo el que vivimos hoy que el de hace 20 años, donde justamente se producía el quiebre de lo que llevo un poco a la merma del rock que fue la tragedia de Cromañón. En diciembre se cumplen 20 años.

Hoy día, el panorama del rock es muy muy positivo, con muchas oportunidades por el rol que cumple la música en general con respecto a lo que pasa socialmente.

Isobela: Yo creo que ya nos dimos cuenta de que no es posible sostener por mucho tiempo esa actitud, te diría que casi forzada, de vivir en la superficialidad. En la vida hay que profundizar, sino estas frito. Venimos de muchos años de escuchar canciones o propuestas musicales muy chatas en lo musical y vacías de contenido lirico, que, si no hablan de la selfie que no te responden, hablan de las zapatillas de marca o de la guita que ganan o lo perra que son y no, hermano… el rock es asomarse en el abismo de la existencia, es profundizar, es laburar desde adentro. No nos enseñan a profundizar y creo que hay un aparato que lo controla todo, sobre todo lo que es consumo, que prefiere que te mantengas en la superficie, calladito, quietito y con miedo y te bombardean con la cultura de lo plástico y chato para que sigas ahí, parasitando vida. Bueno el rock rompe con eso, y no me refiero únicamente como genero musical, el rock es una actitud, es un estilo de vida.
Javier: el rock es contracultural.

- En su trayectoria como banda, ¿hubo algún momento que consideren como el más difícil hasta ahora, y cómo lo afrontaron?
Javier: La dificultad mas grande que nos toco atravesar durante estos años tal vez tuvo más que ver con algunas situaciones externas a la banda que pudieron generar momentos de discontinuidad en el proyecto, o atentaron contra esa continuidad, pero bueno, la sobrellevamos de la mejor manera posible porque acá estamos, seguimos proponiéndonos nuevos objetivos y los cumplimos.
Isobella: Si, totalmente de acuerdo y en esos reacomodes, si bien se nos hacía difícil, porque era como remar en alquitrán, la pelota nunca paró de rodar, y nos encontrábamos resignificando nuestra estructura para que no afecte la continuidad de la banda.

Javier: Nuestro objetivo es siempre seguir adelante, de alguna forma u otra.
- Aprovechando que ambos están compartiendo sus respuestas en esta entrevista, me gustaría que se tomen un momento para definirse mutuamente en pocas palabras. Javier, ¿cómo describirías a Isobella? Y lo mismo te pregunto a vos, Isobella, ¿cómo describirías a Javier?
Javier: El corazón de la banda.
Isobella: El capitán de esta nave.
El 12 de julio tienen una presentación muy importante en La Tangente. ¿Podrían adelantarnos de qué se trata y con qué experiencia se va a encontrar el público?
Javier: Una experiencia nueva. Se van a encontrar con las canciones de los tres discos, va a ser una noche de mucha emoción, donde se va a mezclar la música, la amistad, las oportunidades, las aperturas y los cierres…
- Por último, ¿qué representa Cuatro Tres Dos para ustedes?
El mejor de los refugios que podríamos haber construido.
Quedan todos invitados para el viernes 12 de julio 2024

Entrevista realizada por: Diego Dominguez


@DIEGOFLOYD_79