La Selección Argentina de rugby debutará este sábado contra Inglaterra en un partido clave para decidir el futuro del Grupo D.
Gonzalo Bonadeo
La Copa del Mundo de 1999 marcó un hito en la historia del rugby argentino. Hasta ahí, la selección contaba ocho derrotas y una victoria; desde ese momento en adelante superó la fase de grupos en cuatro oportunidades, consiguió triunfos históricos y hasta logró un tercer puesto en 2007, en la que fue hasta ahora la mejor actuación de Los Pumas.
Fue justamente en aquel año, en 2007, en el que Los Pumas rompieron el cascarón. La manera más gráfica de explicarlo es con un River-Boca. Así como leen. Es que el Superclásico estaba programado para la misma hora que Argentina-Francia -por el tercer puesto- y la AFA, atenta a la situación, decidió adelantar “su” partido para no superponer las imágenes de Núñez con las que llegaban desde el Parque de los Príncipes.
¿Los resultados de aquella tarde? El Millonario ganó por 2-0 (goles de Falcao y Ortega, de penal) y Los Pumas se impusieron por 34-10.
La segunda gran actuación del rugby argentino fue en 2015. El patrón común fue el debut contra el rival más difícil, Nueva Zelanda, una derrota que planteó un escenario de incertidumbre de cara a la próxima ronda pero que abrió las puertas al gran golpe de los cuartos de final, contra Irlanda, un cuco que llegaba como bicampeón del Seis Naciones y se despidió con un paseo infernal.
Este breve repaso histórico nos sirve para marcar cómo llegaron Los Pumas al lugar de prestigio que tienen hoy (sextos en el ranking) y qué les espera en la Copa del Mundo 2023. Para empezar, otra vez el debut contra el equipo más complicado, Inglaterra. El resultado será clave para lo que vendrá después: en caso de ganar -y en un plano de suposiciones- Argentina tendría grandes chances de terminar primero de su grupo y así evitar a Australia en cuartos de final.
¿Cómo es el presente de los ingleses? Vienen de un año muy complicado, con solo dos victorias y siete derrotas (algunas de ellas por goleada), con jugadores suspendidos y con muchos cambios de último momento.
Argentina llega mucho más asentada, producto de un proceso que lleva años y que también se expresa en los Pumitas, en el equipo campeón olímpico de la Juventud, en el Rugby 7… Hay un combo de juventud y experiencia muy particular, con un tercio del plantel actual presente en el Mundial 2015, sin tanto sufrimiento a la hora de meter cambios, con reemplazos idóneos y fogueados tanto en el Rugby Championship como en los amistosos de preparación.
Pero para que el plan funcione como sueñan Michael Cheika y los jugadores será fundamental mantener la disciplina y no repetirse en infracciones, sobre todo en ataque, errores que Argentina viene cometiendo producto de la ansiedad o de algunos desajustes y por los que termina retrocediendo cincuenta metros justo cuando está muy cerca de sumar puntos.
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