EE. UU. y Canadá: El presidente estadounidense Donald Trump intentó una vez más acallar la molestia entre sus votantes luego del carpetazo del FBI y el Departamento de Justicia al caso Epstein, al mostrarse partidario de compartir “información creíble” sobre el tema, que calificó de “sórdido pero aburrido”.
En declaraciones a la prensa antes de tomar un vuelo a Pensilvania, Trump trató una vez más de restar importancia a las noticias en torno al multimillonario financiero que lideró una red de tráfico sexual de menores, al decir que no entendía “por qué el caso de Jeffrey Epstein sería de interés para alguien”.
El líder conservador se ha visto inmerso en una revuelta de sus propios seguidores, luego de que el Departamento de Justicia y el FBI publicaran una declaración asegurando que habían llegado a la conclusión de que no existía una “lista de clientes” famosos a los que Epstein extorsionaba a cambio de su silencio.
«No entiendo cuál es el interés o la fascinación», declaró Trump ante los medios este 15 de julio. “Es sórdido pero aburrido. Creo que solo la gente muy mala, incluyendo las noticias falsas, desearía que esto continuara. Pero dejen (que la gente) reciba la información creíble».
La nueva posición choca con la narrativa que el propio Trump y varios de sus partidarios alimentaron durante años, prometiendo revelar secretos del “estado profundo”, como la supuesta trama de chantaje que habría llevado a la muerte de Epstein.
Las teorías de conspiración impulsadas por algunos de sus más cercanos colaboradores, como el antiguo jefe de estrategia de la Casa Blanca, Steve Bannon, chocan ahora con la nueva posición de validar el suicidio del magnate en prisión.
Consultado sobre si la fiscal Pam Bondi le había dicho que su propio nombre estaba en los documentos del caso, Trump respondió negativamente, y elogió la forma en que la funcionaria había manejado la situación.
El mandatario también sugirió que algunos de los expedientes tenían “problemas de credibilidad”, insinuando, sin citar nombres, que varias de las líneas sobre el caso pudieron haber sido inventadas por el exdirector del FBI James Comey y los expresidentes Barack Obama y Joe Biden.
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Seguidores descontentos
El cambio en el abordaje del tema ha ocasionado molestia en varias de las figuras más cercanas a Trump, como la activista de extrema derecha Laura Loomer, que ha pedido la renuncia de Bondi.
El general retirado Michael Flynn, asesor de seguridad en el primer mandato de Trump, le ha pedido entender que “el caso Epstein no va a desaparecer” y reconsiderar su decisión de suspender las investigaciones.
El tema también amenaza con abrir grietas en su propio gobierno. La agencia AP citó a una persona familiarizada con la situación, que reportó sobre un fuerte enfrentamiento al respecto entre la fiscal Bondi y el subdirector del FBI Dan Bongino.
«Para que esto desaparezca, se va a perder el 10% del movimiento MAGA», advirtió Bannon durante su participación en la Cumbre de Acción Estudiantil Turning Point el 11 de julio.
Los rivales políticos de Trump han comenzado a poner sal en la herida de las diferencias conservadoras. Líderes opositores de la Cámara de Representantes publicaron una lista de supuestos “cómplices” republicanos en la nueva política de silencio, legisladores que en el pasado pidieron abrir los expedientes del caso Epstein, y que luego votaron en contra de una propuesta demócrata en el mismo sentido.
Con AP y EFE
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