El archivo institucional, en Casa por la Identidad, fue bautizado hoy “Raquel Radío de Marizcurrena”, en homenaje a una de las 12 Abuelas fundadoras y pilar indiscutido de la institución.
«Era una Abuela de toda la cancha», la describió el nieto Leonardo Fossati quién moderó el acto.»La historia de trabajo de Raquel da origen al Archivo Institucional», enunció Matteo Maiorana, colaborador del archivo.Mirta Guarino, abogada de los inicios de Abuelas, recordó esos primeros pasos y entregó a las Abuelas la «carpeta de los secretos», un material histórico de búsqueda que formará parte del archivo y que tenía en su poder.»Para mí Raquel fue una abuela hermosa, siempre le tuve un cariño gigante. Tengo mil anécdotas con ella», recordó a su tiempo Horacio Pietragalla, nieto restituido y secretario de Derechos Humanos.
En la misma línea la describió María Santa Cruz, colaboradora histórica: «Raquel desde el primer día en la calle Montevideo fue recortando lo que nos mandaba una agencia», emocionó, en un recuerdo similar al que esbozó Abel Madariaga, secretario de Abuelas.A su turno, Julia Escobar rememoró cómo fue Raquel quien la convocó a trabajar con ellas, hace más de 20 años. “El amor que le tenemos es inmenso. Es el corazón de Abuelas», describió. La Abuela Buscarita Roa también destacó ese perfil compinche: “Fui la última en llegar a Abuelas, la última en conocer a Raquel y la última en despedirme. Compartimos mucho tiempo y nos divertíamos mucho”.Durante el acto, el artista Andy Riva regaló a Horacio Marizcurrena, hijo de Raquel, una obra con su retrato que se incluye una muestra de la institución. “Ojalá que la lucha que deja cada una de las Abuelas sirva para que esta historia no se repita nunca más», dijo Horacio.
Mirando las fotos y la placa de homenaje, Estela de Carlotto renovó el compromiso: “Mi promesa a Raquel es que las Abuelas vamos a seguir buscando a ese ser querido que no pudo conocer. Desde el lugar en el que esté, en esa Estrellita , lo va a ver».
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