Vecinos del barrio Soeva, ubicado en Rincón de Milberg, realizaron movilizaciones en el centro del distrito y sobre la calle Dellepiane, que es la única a través de la cual los residentes pueden ingresar al lugar donde viven. Sostienen que el nuevo desarrollo inmobiliario impediría también que isleños puedan utilizar un muelle para conectarse con el continente.
Los vecinos del barrio Parque Guazú Nambí de Tigre, popularmente conocido como barrio Soeva, están en estado de alerta. Hace algunos días atrás comenzaron los primeros movimientos para la construcción de un desarrollo inmobiliario que, según sostienen, los dejaría sin el único acceso para ingresar al lugar donde viven, como así también sin un muelle público para los habitantes de islas, que está ubicado dentro del terreno del futuro barrio privado.
El barrio, que tiene más de 60 años, está en la localidad de Rincón de Milberg, a la vera del río Luján. Allí viven cerca de 70 familias que forman parte de este reclamo y que denuncian que hay «una venta irregular que no cumple ningún procedimiento administrativo» sobre la única calle de acceso a sus viviendas. Además, exigen tener alguna reunión con autoridades municipales para que les expliquen el alcance del proyecto inmobiliario y su afectación, ya que hasta el momento no les dieron ninguna respuesta.
La necesidad de visibilizar esta situación los llevó a movilizarse primero en el centro de Tigre y luego en la calle Dellepiane, la arteria que se cerraría, en el cruce con Ruta 27. Allí, tanto los residentes del barrio Soeva como vecinos que viven en las islas del delta mostraron su preocupación por el avance del barrio privado y sus consecuencias.
El principal problema que expresan los vecinos es que los privados que compraron el terreno donde antiguamente funcionaba un recreo del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (SOEVA), también hicieron lo propio con la calle de acceso a sus lugares de residencia: eso haría que la arteria se cerrara y se prohibiera la circulación pública por allí. “Esa calle, Dellepiane, hoy es de libre acceso, se asfaltó hace más o menos tres años y es la única calle que tiene salida directa al río Luján y por la que nosotros podemos ingresar al barrio. Desde ahí tomamos la calle Mariscal Sucre y nos lleva a un puente donde cruzamos el arroyo Guazú Nambí para entrar a nuestras viviendas”, explicó Cristian Campero, vecino del barrio.
Campero contó que, en un principio, los titulares del emprendimiento privado deberían construir una calle paralela y un puente vehicular nuevo ante el cierre de ese ingreso, pero sostuvo que “hasta el momento no hay novedades de ese proyecto” y la preocupación radica en que eso no ocurra. “Supuestamente van a construir una calle auxiliar a unos 400 metros de Dellepiane, que pasaría por un asentamiento y deberíamos ir por ahí, pero nadie nos da ninguna definición y eso para nosotros no es una solución”, agregó.
También hay una fuerte preocupación de los vecinos isleños, porque al cierre de la calle Dellepiane se suma también el de un muelle de uso público se encuentra dentro del terreno del futuro barrio privado. “En la gran mayoría de los complejos que están en la costa no se respeta el camino de sirga, que es algo que también reclamamos, pero puntualmente acá se trata de vecinos isleños que no podrán acceder a continente por ese lugar y deberán ir hacia Villa La Ñata o el centro de Tigre para hacerlo”, sostuvo Cristian a este medio.
Martín Ymaz, abogado y vecino del barrio Soeva, presente en la movilización, también dialogó con QUE PASA y detalló que “hicimos una presentación el 28 de octubre al Municipio donde pedimos una cautelar administrativa y que se suspenda el avance del proyecto y al día siguiente, el 29, vinieron máquinas y camiones a talar árboles que tienen entre 80 y 100 años. Por eso el 30 denunciamos esta situación”.
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“La venta de esa calle es irregular porque no cumple ningún procedimiento administrativo. La Ley de Suelos lo que prevé es que para poder desafectar algo de dominio público no debe estar en uso. Puede desafectar una calle en un baldío o que los frentistas estén de acuerdo. En caso de hacerlo, deben llamar a una licitación o con una compulsa de precios y sólo pueden venderlo a instituciones oficiales, como el Estado Nacional y Provincial, a una institución de bien público, no a un mega emprendimiento privado”.
“Reclamamos una reunión formal con autoridades del Municipio de Tigre, porque días atrás solo tuvimos un encuentro con Mario Zamora, el hermano del intendente, que ya no ocupa un cargo y no nos dio detalles siquiera de qué se iba a hacer. Solo nos avisó que se iba a cerrar la calle y el muelle”, aseguró Ymaz y culminó: “Los vecinos queremos tener a disposición la información detallada del proyecto: saber qué se va a hacer y cuándo. Qué afectación vamos a tener y eso el Municipio nos lo está negando”.
«El proyecto va a ser beneficioso para todos los vecinos, van a estar mucho mejor que ahora», aseguraron voceros del Municipio a QUE PASA y se comprometieron a dar mayores detalles del proyecto, lo cual no sucedió hasta el momento de la publicación de esta nota.
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