Conocido como el prócer gaucho, fue un fiel defensor contra el avance español durante la lucha por la independencia..
Hoy recordamos a Martín Miguel de Güemes, militar salteño que jugó un papel central al frente de las milicias que defendieron el norte de nuestro país en las guerras por la independencia. Sus acciones, en coordinación con las del General José de San Martín, facilitaron el cruce de Los Andes para desarrollar con éxito la campaña libertadora.
Martín Miguel de Güemes comandó a las milicias rurales salteñas, articuladas con las guerrillas que operaban en el Alto Perú, y tuvieron un rol protagónico en la estrategia del gobierno para contener el avance realista hacia Tucumán y volcar sus esfuerzos en la organización del Ejército de los Andes para llevar a adelante la campaña a Chile y Perú.
Güemes impulsó la movilización voluntaria y generalizada de amplios sectores rurales con la asignación de nuevos derechos, lo que dio lugar a un movimiento social de base agraria sobre el que asentó su creciente poder. Con la denominación de «gauchos», los milicianos y voluntarios que lucharon junto al General salteño libraron una guerra hostilizando los avances realistas.
Durante los seis años que duró su mandato como gobernador, siguió enfrentando no solo a las tropas españolas, en una cruenta y prolongada guerra de guerrillas, sino también a la propia elite salteña, que terminó desgastando su poder al frente del gobierno y aceleró su muerte, el 17 de junio de 1821.
Su participación dentro y fuera del campo de batalla es honrada en la actualidad, por lo que se le considera como uno de los próceres de la Argentina. A pesar de su corta vida, sus tareas heroicas ayudaron a detener el avance español en la frontera del país.
En 1999, el Congreso de la Nación Argentina emitió la Ley 25.172, la cual declaraba esta fecha como el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana, en honor a Güemes, el único general argentino que falleció en combate. El 22 de agosto de 2006 se sancionó la Ley 26.125, en la cual se lo nombra como Héroe de la Nación Argentina, Numen Tutelar de Gendarmería Nacional.
(cuadro que recrea la muerte de Güemes)
Los primeros años de Güemes
Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte nació el 8 de febrero de 1785 en Salta, en el seno de una familia aristócrata. Desde temprana edad dedicó su educación a la instrucción militar, hasta enrolarse a sus 14 años al Regimiento Fijo de Infantería. En 1806 formó parte de la Reconquista de Buenos Aires, uno de los hechos más importantes de su carrera. De acuerdo a las órdenes de Santiago de Liniers, logró liderar la toma del barco inglés Justine, que había quedado encallado a orillas del Río de la Plata.
En 1810 fue enviado por la Primera Junta al Alto Perú, donde formó parte del Ejército del Norte y coordinó el escuadrón gaucho, una de sus tareas más recordadas. El 7 de noviembre de ese mismo año consiguió junto a sus tropas triunfar en la Batalla de Suipacha. Esto lo convirtió en uno de los referentes de la lucha gaucha por el territorio nacional.
La importancia del héroe nacional
Las hazañas de Güemes significaron un gran aporte para la independencia del país. Pudo frenar el avance del ejército español en diferentes puntos del territorio norte y trabajó sin cesar para educar, asistir y formar a todas las personas que deseaban contribuir con esta causa. Una de sus frases más recordadas era: “Yo no pretendo ni glorias ni homenajes, yo solo trabajo por la libertad de mi Patria”.
En 1815 fue electo como el primer gobernador de la provincia de Salta, cargo que ocupó hasta 1821. Logró relacionarse con diferentes figuras de la época, como fue el caso de Manuel Belgrano, a quien le escribió en una carta: “En premio de tanto heroísmo exige la gratitud que emulamos de unos sentimientos patrióticos, contribuyan con sus auxilios a remediar su aflicción y su miseria”.
La muerte de Güemes
El 7 de junio de 1821, mientras se encontraba en la casa de su hermana, Magdalena Güemes de Tejada, tomó conocimiento de una amenaza a la provincia de Salta. Se trataba de José María Valdés, un coronel salteño que respondía a las órdenes de los españoles, quien había invadido el territorio. Sin dudarlo, Güemes emprendió viaje para responder en combate.
Sin embargo, fue sorprendido por una emboscada y recibió un balazo por la espalda. Su agonía duró 10 días, hasta fallecer el 17 de junio de 1821, a los 36 años de edad, y luego de exclamar: “Voy a dejarlos, pero me voy tranquilo, porque sé que tras de mí quedan ustedes, que sabrán defender la patria con el valor del que han dado pruebas”.