
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, recibió este 7 de abril a una decena de miembros del personal diplomático nacional que fueron llamados de regreso de la Embajada en Ecuador, después de la irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la representación mexicana para detener al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que ya se encuentra en una prisión de máxima seguridad. España, Estados Unidos y la Unión Europea son algunos de la veintena de países que han mostrado su rechazo a la intervención ecuatoriana.

La embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur Smeke, abraza al titular de Relaciones Exteriores y Asuntos Políticos de México en Ecuador, Roberto Canseco Martínez, tras el regreso del personal de la embajada mexicana al país después de que la policía ecuatoriana allanara la embajada en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la Ciudad de México, México 7 de abril de 2024. © Reuters / Quetzalli Nicte-Ha
«Ustedes se imaginarán lo que es dejar tu vida; una vida que habías planeado en un país y tener 48 horas para abandonarlo (…) Quiero reconocer a todas ellas y ellos que defendieron, arriesgando su propia integridad física, nuestra embajada en Quito», mencionó Bárcena en una rueda de prensa durante la recepción de los diplomáticos.
Fueron 18 personas, entre personal diplomático mexicano y sus familias, que abordaron un vuelo comercial desde Quito hacia Ciudad de México, solo dos días después de la irrupción de fuerzas ecuatorianas en la Embajada mexicana.
Ni el dictador Pinochet se atrevió nunca a violar la Embajada de México
Los retornados fueron acompañados por personal enviado desde las Embajadas de países aliados como Alemania, Panamá, Cuba y Honduras, que tenían el objetivo de asegurar el bienestar de los mexicanos durante su salida de territorio ecuatoriano.
Además de la recepción de sus colegas, la Canciller mexicana remarcó lo insólito de la situación, experimentada dentro de la representación diplomática en Ecuador, afirmando que «ni el dictador (Augusto) Pinochet se atrevió nunca a violar la Embajada de México».
Bárcena también confirmó que el Gobierno mexicano acudirá a la Corte Internacional de Justicia el próximo 8 de abril, con la encomienda de formalizar la denuncia a Ecuador, a quien acusa de violentar el Derecho Internacional al violar la soberanía de una representación diplomática, uno de los «derechos sagrados» de los miembros de la comunidad internacional.
De América Latina a Europa, la comunidad internacional pide explicaciones a Ecuador
La inaudita irrupción ecuatoriana a la Embajada mexicana en su país ocurrió el pasado 5 de abril, cuando miembros de la Policía entraron a la fuerza dentro de las inmediaciones de la representación mexicana, con el objetivo de arrestar a Jorge Glas, vicepresidente durante el periodo presidencial de Rafael Correa, que se encontraba en calidad de asilado político dentro de la Embajada.
El Gobierno de Daniel Noboa justificó las acciones de sus fuerzas armadas afirmando que México estaba haciendo uso indebido de la herramienta de asilo político, ya que Glass enfrenta cargos de corrupción dentro del esquema de Justicia ecuatoriano. Sin embargo, son muchos los países que han cerrado filas en torno a México.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores español calificó la irrupción de las fuerzas ecuatorianas como «una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961». Además, Madrid hizo un llamado a ambas partes a «respetar el Derecho Internacional» y resolver sus diferencias de manera pacífica.
A mayor escala en Europa, el máximo representante de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, hizo explícita su condena hacia la «violación de las instalaciones de la Embajada de México en Quito» a través de un mensaje en sus redes sociales. De igual manera, Borrell apeló respecto a los lineamientos jurídicos internacionales para solucionar el conflicto diplomático.
Ya en el continente americano, Bolivia ha sido de las naciones más duras respecto a las acciones de Ecuador. El presidente del país, Luis Arce, anunció que su Gobierno llamó a la embajadora ecuatoriana en el país, Mirian Esparza, para pedir explicaciones sobre la polémica decisión de Quito.
«Le informamos que hemos convocado a nuestra embajadora de Bolivia (Segundina Flores) en Ecuador para este lunes. Además, desde la Cancillería hemos convocado a la embajadora de Ecuador (Mirian Esparza) en nuestro país para que pueda brindar información sobre lo ocurrido», confirmó Arce a través de sus redes sociales.
El asombro también llegó a Washington. Y fue el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, el encargado de manifestar el rechazo del país a lo ocurrido: «Estados Unidos condena cualquier violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas», dijo, a través de una declaración pública, el 6 de abril.
Además, el órgano responsable de las relaciones exteriores de Estados Unidos emitió un comunicado donde resaltó las relaciones que la potencia americana tiene con México y Ecuador y urgió a las dos naciones a «resolver sus diferencias de acuerdo con las normas internacionales».
18 Estados latinoamericanos, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá están entre los miembros de la comunidad internacional que han expresado su preocupación por lo ocurrido en Ecuador.
Desde gobiernos progresistas, como el brasileño y el venezolano, hasta la parte más extrema de la derecha, como el argentino, se han unido para externar un rechazo generalizado ante la irrupción a la Embajada mexicana. El Salvador es uno de los pocos países de la región en no pronunciarse al respecto.
Jorge Glas ya se encuentra en ‘La Roca’
En medio del agite internacional sobre lo ocurrido el 5 de abril dentro de la Embajada mexicana, el Gobierno ecuatoriano informó, un día después, que el ex vicepresidente fue trasladado a la prisión de máxima seguridad ‘La Roca’, ubicada en la ciudad de Guayaquil y que fue uno de los centros penitenciarios afectados por la ola de motines criminales del año pasado.

Glas tenía sobre sí una orden de aprensión por un controversial caso de corrupción, referente al proyecto de reconstrucción en Manabí, provincia altamente dañada por el terremoto de 2016.
Además, el ex alto funcionario correísta debía volver a custodia de la Policía para cumplir con una sentencia de ocho años de cárcel, después de acumular dos dictámenes más por los cuales no había cumplido tiempo en prisión. Glas ya estuvo tras las rejas cinco años.
Con EFE, Reuters y medios locales

Fuente: https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20240408-el-personal-diplom%C3%A1tico-regresa-a-m%C3%A9xico-en-medio-de-cr%C3%ADticas-internacionales-a-ecuador
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