Los jugadores deberán demostrarle al staff técnico que merecen viajar a la Copa del Mundo en dos choques con Sudáfrica
Sí y no. Falta mucho, pero poco. El reloj corre, los días pasan y el tiempo se acorta. Quedan menos de 50 días para el debut de Los Pumas en el Mundial de Francia y la lista de convocados se empieza a definir. Para ganarse su lugar entre esos 33 nombres, a los jugadores les quedan dos partidos para convencer al head coach, Michael Cheika, de que están a la altura.
En realidad, es probable que no todos puedan estar en esos dos encuentros (ambos frente a la poderosa Sudáfrica), por lo que deberán aprovechar cada minuto que estén en cancha para mostrar su valía. Y en la semana durante los entrenamientos, por supuesto.
Después de un flojo comienzo de año ante los All Blacks y un triunfo frente a los Wallabies -que sirvió de lavada de cara-, el seleccionado nacional jugará dos veces ante los Springboks. Una vez en Johannesburgo (este sábado) y otra en cancha de Vélez (el sábado 5 de agosto, con entradas agotadas). Seguramente no sea el rival deseado para ganarse un lugar en la lista de convocados, pero también sirve como punto de exigencia máxima para testearse y saber de qué están hechos los jugadores.
Pensá en verde
Un punto clave en estos dos encuentros será superar la prueba del rigor físico que imponen los sudafricanos en cada choque. Porque esto conlleva a evitar lesiones, que estando a un mes y medio del Mundial te pueden dejar afuera. Y nadie quiere que eso pase.
Superado ese primer escollo, los partidos ante los reinantes campeones del mundo deberán servir para otros aspectos que Cheika y su staff técnico conocen bien. Una de ellas es afinar el plan de juego de Los Pumas, que vienen trabajando desde el año pasado cuando el australiano asumió como entrenador del equipo. El punto flaco es el sistema defensivo, diseñado por el neozelandés David Kidwell y que es el principal punto a mejorar de cara al Mundial. Lo saben los jugadores y el staff y en eso están trabajando.
Las formaciones fijas -el scrum y el line- también están dando algunos dolores de cabeza. El scrum argentino fue durante décadas bandera del rugby criollo y el más temido en el mundo. Ahora todos se le animan al pack nacional. Muchos de los scrums terminan con penal en contra por no poder controlar los embates rivales. Además, esa formación no es sólo una lucha de fuerzas: es una batalla mental, un minipartido dentro del partido. Controlar el scrum es controlar el juego.
El line es otra plataforma que preocupa. Jugarlo bien y obtener pelotas de calidad te da posibilidades de lanzar ataques diseñados, pero todo se complica si la pelota no llega a donde tiene que llegar. Si el lanzador no la tira bien, si el saltador no coordina el momento exacto para alcanzar la ovalada, si los levantadores no hacen su esfuerzo para llevar al saltador más alto que el rival. Los Pumas atraviesan también un momento deficitario en esta formación.
La cabeza, la cuestión mental, es otro aspecto que hay que cuidar y trabajar. La preparación al Mundial incluye partidos ante los mejores seleccionados del planeta y los resultados pueden no ser los deseados. Pero ahí es donde Cheika toma un papel preponderante desde que es el head coach y les repite a los jugadores una de sus frases de cabecera: “Forget the score” (“olvídense del resultado”).
Esto se refiere, ni más ni menos, a pensar en el “cómo” y no en el “qué”. A que sus dirigidos ejecuten el plan de juego y lleven adelante lo planeado sin estar pendientes del marcador. Ganando o perdiendo hay que jugar de la misma manera. Y para eso hay que usar la cabeza.
Por supuesto que ganar es mejor que perder. Nadie juega para perder. Ganando la semana se lleva mejor, el clima es diferente. Pero también hay que saber analizar las derrotas y aprender de ellas. Hay caídas que duelen menos si en ellas se usaron las formas adecuadas.
Danza de nombres
Cheika convocó un plantel de 48 jugadores para esta preparación rumbo el Mundial de Francia. Tendrá que cortar a quince de ellos el lunes 7 de agosto, cuando anuncie la lista de 33. En realidad a catorce, ya que en el comienzo de los trabajos el primera línea Ignacio Calles sufrió la rotura del tendón de Aquiles del pie izquierdo y quedó descartado para la RWC.
Con muchos de los rugbiers con un boleto para Francia asegurado (de no mediar ningún inconveniente la base del plantel será la de siempre), lo que queda es definir algunos nombres en diferentes puestos. Entre los forwards, los que tienen que demostrarle a Cheika que están para subirse al avión son Eduardo Bello, Facundo Bosch, Santiago Socino, Ignacio Ruiz, Pedro Rubiolo y Joaquín Oviedo. Entre los backs, las dudas pasan por Lautaro Bazán Vélez, Gonzalo García, Tomás Albornoz, Santiago Chocobares, Lucio Cinti, Luciano González Rizzoni, Martín Bogado, Sebastián Cancelliere y Rodrigo Isgró.
Cada uno con sus cualidades y condicionestendrá que convencer al staff técnico de subirlos al avión y ser parte de la aventura mundialista que comenzará el sábado 9 de septiembre ante Inglaterra en Marsella. Tienen dos partidos contra la poderosa Sudáfrica y cinco entrenamientos para hacerlo.
El lunes 7 de agosto, los 33 nombres serán leídos por Cheika y la historia después será la que juzgue la decisión del entrenador. El martes 15 de agosto, Los Pumas viajarán rumbo a Europa a hacer la fase final de preparación. Jugarán un test match ante España en Madrid el sábado 26 de agosto, y después sólo quedará pensar en el debut en el Mundial.
Falta mucho, pero poco.
fuente: https://tn.com.ar/deportes/rugby/2023/07/27/recta-final-al-mundial-los-pumas-y-dos-partidos-que-definiran-la-lista/