Ley de alcohol cero: el lobby del vino vs. el lobby de las aseguradoras detrás de la parálisis en el Senado
Después del escándalo de la sesión de la semana pasada, siguen los cruces por la ley de alcohol cero. ¿Está frenada por culpa de los lobbies?
La semana pasada el Senado no pudo sesionar por algunas diferencias metodológicas entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. La oposición ahora pasó a tener una mayoría circunstancial en la Cámara y quería hacer valer su número para ordenar el temario de la sesión; el Frente de Todos no quería ceder a esa nueva realidad y estiró el conflicto al máximo para no caer en una derrota.
La sesión se cayó y terminó en escándalo: Juntos por el Cambio se fue denunciando alteraciones en el reglamento, el Frente de Todos los acusó de no querer sesionar, la gente insultaba en las tribunas por las demoras en tratar los temas que a ellos les interesaban. La escena fue bochornosa.
Pero detrás de esa supuesta puja de poder, aparecen también algunos oscuros (¿o legítimos?) intereses. El temario que se había planteado incluía distintos temas sociales supuestamente consensuados entre todos los bloques. El primer asunto a discutir (estratégicamente colocado en el lugar) fue la ley de alcohol cero, que viene con media sanción de Diputados y que busca limitar al máximo el consumo de alcohol en quienes conducen.
Es una ley que resisten desde la industria vitivinícola y puntualmente en provincias cuya industria etílica es muy fuerte. Es el caso por ejemplo de Mendoza, que tiene como máximo representante en el Senado a Alfredo Cornejo. No es casual que haya sido Cornejo -como jefe del interbloque de JxC- el que comandó la estrategia para levantarse de la sesión.
Al menos tres altas fuentes de importantes bloques del Senado confirmaron que existen intereses cruzados en torno a la aprobación de esa ley. Muchos incluso reconocen que técnicamente no es una buena norma, pero que políticamente es imposible frenarla: «Cómo se le dice que no a una madre que perdió a su hijo en un accidente de tránsito porque un conductor manejaba borracho».
Más allá de los intereses económicos que puedan aparecer, algunos críticos plantean que hay problemas metodológicos en la redacción de la ley: no existe un alcoholímetro capaz de detectar con absoluta precisión la ingesta de alcohol; es posible que paguen muchos justos por pecadores.
«De cero a cinco la posibilidad de estar alcoholizado es muy variable. La tolerancia debería ser mayor. Afecta mucho a la producción», planteó un senador de una provincia productora. Algo similar sucede cuando representantes de provincias tabacaleras tienen que oponerse a leyes antitabaco.
Según un grupo de senadores críticos, Inglaterra tiene alcohol 0,8 permitido y tiene tasa de accidentes 2,8 cada 100.000 habitantes. Paraguay, en cambio, tiene alcohol 0 y tiene tasa de accidentes de 22 cada 100.000. «Los accidentes graves tienen que ver con el consumo de 1 para arriba», aseguran. Y plantean que Argentina tiene 7 controles cada 1000 habitantes. Según plantean los que se oponen, para prevenir accidentes debería haber entre 150 y 200 controles cada 1000 habitantes.
Por otro lado, hay un incipiente movimiento por lo bajo por parte de las compañías de seguros. Identifican que detrás de la ley de alcohol cero puede haber un beneficio para sus empresas y por eso están dialogando con senadores para poder ayudar a que la ley salga.
«La compañía siempre va a buscar elementos para no pagar. Si llegamos a sancionar la ley de alcohol cero, no te van a cubrir ante un choque de tercero», advierte un senador que está en contra de la norma y que advierte que las compañías de seguro están militando despachos para acelerar el tratamiento del tema.
El planteo es que así como está redactada la norma, las aseguradoras tendrían una excusa perfecta para no pagar. Si se detecta alcohol en sangre, las aseguradoras podrán impugnar al asegurado. Esto abarcaría desde una persona que se lavó las manos con alcohol en gel o alguien que se comió un bomboncito con licor. Cero es cero.
¿Cómo sigue la cosa?
Ahora Juntos por el Cambio pidió una sesión especial para el jueves 13 para tratar los mismos temas que habían pedido para la semana pasada: juzgados y fiscalías en Rosario y Córdoba, y Ley Lucio para prevenir el maltrato infantil. ¿Estarían en contra de debatir alcohol cero?
Desde el interbloque aseguran que no: «Solamente pedimos los temas que hay 100% de acuerdo en el bloque; para los otros asuntos, que pidan una ampliación de temario los que lo quieran debatir», planteó una fuente de JxC. Esto se consensuó de esa manera en la última reunión de bloques.
En el despacho de uno de los senadores que está en contra de la ley aclararon: «No estamos en contra de debatirlo. Pero lo que se acordó es que solo pidamos entre todos aquellos temas en que todos estamos de acuerdo».
Por otro lado, el Frente de Todos también pidió una sesión especial para el 13 de abril. Mantuvieron el temario de la semana anterior pero quitaron la ley de alcohol cero. El tema también está generando algunas diferencias en el bloque y saben que no tienen el número para imponerlo.
Por eso, en la misma convocatoria se pidió que se llame a reunión de Labor Parlamentaria (donde se reúnen los jefes de bloque) para lograr un temario unificado. El encuentro sería el miércoles 12. En el Frente de Todos aseguran que si se suman sus senadores propios más los de Juntos por el Cambio que comprometieron su apoyo, estaría el número para aprobar la ley.
Vale recordar que tras el quiebre del bloque del Frente de Todos en febrero, el oficialismo perdió mayoría en la Cámara. Hoy apenas tienen 34 senadores contando los aliados y necesitan sí o sí consensuar con otros bloques para hacer funcionar el Senado. El quórum son 37 senadores.
