La empresa ya venía con problemas financieros desde hace tiempo. El año pasado redujo fuerte su plantel de trabajadores, mediante retiros voluntarios. La industria se ve afectada por la merma del consumo y de las exportaciones

La Granja Tres Arroyos decidió el cierre definitivo de su planta de Becar en la ciudad de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. La empresa, que mantiene la mayor producción de carne avícola en la Argentina, notificó que unos 270 operarios serán trasladados a la planta La China, ubicada a metros de distancia.
El anuncio generó incertidumbre entre los trabajadores y sus familias, ya que la compañía arrastra una crisis financiera y operativa desde hace meses, con sueldos atrasados y adopción constante de retiros voluntarios. Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía aseguraron que «no hay despidos» y que «sólo se trata de una concentración de la producción en una de las dos plantas radicadas en la ciudad».
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Desde diciembre del año pasado, cuando su grupo dueño, Grupo Granja Tres Arroyos (GTA), solicitó entrar en procedimiento preventivo de crisis, la empresa endureció sus medidas internas. Las dificultades se evidencian semana tras semana: los trabajadores cobran sus salarios con demoras, la operatoria de varias plantas se encuentra sometida a tensiones y la empresa confirmó la paralización definitiva de una de sus instalaciones más importantes, en el contexto de un proceso de ajuste que impacta ampliamente a su masa de empleados.
En la última quincena de octubre, los empleados de la región sólo accedieron al 20% de sus remuneraciones, cantidad que ocasionó malestar y protesta dentro de los ámbitos de trabajo y la dirigencia gremial. Miguel Ángel Klenner, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA), manifestó que «los salarios llegaron en cuotas, los trabajadores enfrentan deudas acumuladas y el futuro permanece incierto».
