La detección temprana de condiciones potencialmente graves depende de prácticas preventivas recomendadas por autoridades médicas, que insisten en la importancia de exámenes periódicos y seguimiento profesional

La salud a partir de los 50 años se convierte en un eje central de la vida, debido a las inevitables transformaciones físicas y en consecuencia a la necesidad de adoptar nuevos hábitos.
Para el médico clínico Jorge Kilstein la clave está en la prevención y en el acompañamiento profesional: «En esta etapa se jerarquiza el valor del médico de cabecera, que nos conozca, que nos acompañe y que nos ayude a prevenir los problemas de salud que pueden venir habitualmente cuando nos vamos acercando o después de los cincuenta años en adelante».
LEELO ACÁ: Comunicado del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires
El médico subrayó que «esa visión holística, integradora, es propia de los médicos clínicos y muchas veces trabajamos con familias. Conocemos a la familia entera, a los hijos, a los sobrinos, a los padres, y podemos tener una visión de lo que le pasa al paciente más allá del consultorio».
El médico, director de la carrera de Medicina en UAI Rosario, recomendó la realización de una colonoscopia de control a todas las personas desde los 50 años, ya que «esta enfermedad (el cáncer de colon) suele aparecer habitualmente a los 60. Nos adelantamos 10 años buscando los pólipos que pueden aparecer en el intestino y que si uno los detecta y los saca a tiempo, eso evita que el paciente tenga un problema serio a futuro».
En efecto, la colonoscopia es un estudio extremadamente benéfico porque permite, a la vez que se explora, retirar en el mismo momento los pólipos que eventualmente se encuentren y que con el paso del tiempo pueden resultar malignos.
En el caso de los hombres, la prevención del cáncer de próstata requiere un abordaje conjunto con los urólogos. «No solamente realizamos la determinación del antígeno prostático, que es un análisis que se hace en sangre y que permite detectar cuando se eleva en forma abrupta o por arriba de los niveles considerados normales, sino que también recurrimos a la ecografía, la resonancia de próstata y el tacto rectal que lo realiza el médico urólogo. Podemos detectar el cáncer de próstata que, tratado a tiempo, es absolutamente manejable y curable»
