La cantante y poeta ofreció un espectáculo vibrante que fusionó poesía, rock y activismo, a medio siglo de la publicación de su icónico primer disco

La cantante Patti Smith actuó primera vez en el CBGB de Nueva York del oropel del Teatro Real de Madrid, ya pasaron más de cincuenta años de esa presentación punk.
El mítico disco Horses, producido por John Cale cuando este aún formaba parte de la Velvet Underground y grabado en los míticos Electric Lady Studios de Nueva York, fue un álbum pionero del punk rock, que se volvería emblemático por el componente poético de sus letras entre acordes severos de rock y por convertirse en abrigo de inadaptados y librepensadores.
Por allí estaban los poetas Allen Ginsberg o William Burroughs, y su entonces pareja, el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Era el momento para que una nueva generación tomara las riendas y atizar la cultura en general, de ahí la inspiración para el equino título.
A Madrid vino con dos de los miembros de su banda original, el guitarrista Lenny Kaye (convertido casi en su gemelo) y el batería Jay Dee Daugherty, además de Tony Shanahan al teclado y el propio hijo de la cantante, Jackson Smith, como segunda guitarra.
