La liberación de rehenes y el alto el fuego en Gaza son bienvenidos. Pero son solo el comienzo

El presidente Donald Trump escribió en redes sociales: «Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro plan de paz». Hamas, Israel y Catar confirmaron el acuerdo, después de dos años que pasaron de las atrocidades de Hamas del 7 de octubre de 2023, las negociaciones en Sharm el-Sheij están a punto de lograr un alto el fuego en Gaza y poner fin a una guerra que ha matado a más de 60.000 palestinos, la mayoría civiles.
Representantes de Israel y Hamas se atrincheraron en diferentes plantas de un hotel en el balneario egipcio del Mar Rojo, con negociadores de Estados Unidos, Egipto, Qatar y Turquía allí para ejercer presión. Se necesitaron tres días para concretar esta primera etapa del acuerdo.
El grupo sería desarmado y una fuerza internacional proporcionó seguridad. Se va a crear una junta de supervisión que Trump presidiría. El objetivo final, lo que Trump llamó «una paz sólida, duradera y duradera» entre Israel y todos los territorios palestinos, incluyendo la posibilidad de una solución de dos Estados, parece aún más desalentador.
La humillación del régimen iraní y sus violentos aliados ha eliminado una amenaza para toda la región. Y la disposición de los Estados Árabes del Golfo no solo a financiar la reconstrucción de Gaza, sino también a respaldar un proceso de paz y, potencialmente, contribuir a la seguridad, representa un gran avance con respecto a la década de 1990.
