El Gobierno piensa en relanzar la gestión una vez finalizadas las elecciones generales. El Presidente pensaría los reemplazos ministeriales con personas de confianza. El diálogo político con la oposición aparece como un factor clave

El Presidente, Javier Milei, dispuso que el Gabinete de Ministros después de las elecciones, algo que está estrechamente ligado a cómo planea reconfigurar expectativas sobre su dinámica de gestión y sus alianzas políticas.
Se trata de un momento de debilidad para el oficialismo. Esperan tener las bancas suficientes que les permitan al libertario bloquear automáticamente los vetos, pero que dista mucho de los números que precisa para poder impulsar las reformas de segunda generación, como lo son la tributaria y la laboral.
Hay salidas que ya están cantadas por cuestiones obligatorias. Son las de los ministros Luis Petri (Defensa) y Patricia Bullrich (Seguridad Nacional). Son los mismos que entraron luego del Pacto de Acassuso, como una devolución de gentilezas de parte de Milei por haber sido los primeros en Juntos por el Cambio en alinearse a su figura de cara al balotaje.
El Presidente tiene decidió no pedirle a ninguno de ellos que se quede en la gestión nacional. En los últimos días, diferentes medios versionaron que la ministra había pedido continuar en Seguridad, pero en la mesa política nacional lo desmienten.
