El fenómeno crece en todo el mundo y desafía viejas certezas sobre la estabilidad matrimonial

El “divorcio gris” refleja profundas transformaciones en las relaciones familiares y personales, impulsadas por el aumento de la esperanza de vida y el cambio de modelos familiares. Cada vez más personas mayores de 50 años optan por terminar matrimonios de larga duración, lo que afecta a todos los miembros de la familia, incluso a los hijos adultos.
La tendencia surgió en Estados Unidos y se extiende a países tan diversos como Corea del Sur y Japón, desafiando la idea de estabilidad matrimonial en la tercera edad. Estudios recientes demostraron que este fenómeno somete a prueba los antiguos lazos familiares, generando reacciones intensas e inesperadas entre los más cercanos.
En Estados Unidos, el grupo de 65 años o más tiene una tasa de divorcios en aumento. Según datos citados por BBC News, actualmente «el 36 por ciento de los divorcios corresponde a personas de 50 años o más, mientras que en 1990 ese porcentaje era del 8,7 por ciento».
En Asia, países como Corea del Sur y Japón presentan un crecimiento sostenido de separaciones entre adultos mayores, impulsado por una longevidad que invita a muchos a buscar nuevas oportunidades tras décadas de matrimonio. Entre los japoneses, «los divorcios grises ya representan el 22 por ciento del total anual».
En Argentina, según datos recientes del Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires, durante 2025 se contabilizaron 796 divorcios entre personas mayores de 60 años. Esta cifra, que supera los 1.500 casos registrados anualmente entre 2023 y 2024, refleja un aumento sostenido de las separaciones en la tercera edad.
