El resultado adverso en Buenos Aires intensificó las diferencias entre los principales referentes. Los errores de la campaña y la convocatoria a la Mesa Bonaerense en Casa Rosada

La vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, envió un mensaje al grupo de WhatsApp el lunes pasado en donde comparte junto con los presidentes provinciales del PRO y propuso rediscutir el rol del partido amarillo en noviembre, después de los comicios nacionales, alejado de La Libertad Avanza.
Como ocurrió antes del cierre de las alianzas y de las listas, volvió a ponerse en discusión la conveniencia para el PRO de asociarse política y electoralmente a LLA. Es la postura que plantearon en mayo, en la sede de Balcarce, y durante una asamblea convocada por el expresidente, dirigentes como María Eugenia Vidal, Soledad Martínez, Silvia Lospennato, Jorge Macri, Ignacio “Nacho” Torres y la mencionada Scaglia.
Frente a las críticas, y los reclamos para ya pensar la construcción de una alternativa a Javier Milei de cara de 2027, los defensores del acuerdo bonaerense PRO-LLA plantearon que todavía «no es momento», «Eso sería entregarle la llave del auto al kirchnerismo. Ahora hay que corregir errores y salir para adelante. No se le puede dar el auto prendido, con las llaves puestas, al peronismo. Es un disparate».
El expresidente evitó pronunciarse antes y después de las elecciones, tampoco hizo campaña ni gestos de apoyo a los candidatos amarillos que fueron en las listas violetas. Dejó hacer. Desde su entorno dejaron trascender que está molesto con Milei.
