El expresidente mantiene silencio público, pero su entorno lamentó la “mala praxis” libertaria en los comicios bonaerenses y hay enojo por el “ninguneo” al trabajo territorial. “Hubo soberbia, desagradecimiento y humillación”

El Gobierno Nacional ensayó una reacción política al revés en los comicios del domingo, con una reorganización de la mesa de conducción, el macrismo comenzó un proceso nuevo para asimilar el golpe de haber perdido parte de la estructura (el PRO resignó cinco bancas entre diputados y senadores provinciales y cayó en distritos donde era fuerte, como el interior bonaerense).
Desde el partido de Mauricio Macri analizaron que «lo que pasó el domingo es un enorme fracaso de la conducción de la Libertad Avanza, que no le pudo llegar al votante histórico del PRO, que se quedó en la casa. Fue un error hacer nacional una elección local. Y fue un error meter al Presidente en el barro de una campaña municipal».
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Hace mucho tiempo que Macri no habla con el presidente Javier Milei. Entiende que el Presidente «se portó mal» por el destrato hacia los dirigentes del PRO, y porque sus advertencias sobre el rumbo de las políticas económicas no fueron tenidas en cuenta.
En los comicios de este domingo, la alianza entre ambos espacios logró 2.723.710, apenas 375.602 votos más para LLA que en 2023 para la misma categoría bonaerense. Esto refleja que el aporte del PRO fue magro, más allá de considerar que hubo una porción de votantes de Milei del 2023 que, en esta elección decidieron no ir a votar.
