Por segunda semana consecutiva, en el centro pediátrico de referencia realizan un paro que podría ser de tiempo indefinido en reclamo por una recomposición salarial

Ayer médicos y residentes del hospital Garrahan dieron una conferencia de prensa donde expresaron su preocupaciónSantiago Oróz
Las autoridades del Hospital Juan P. Garrahan solicitaron una medida cautelar urgente para asegurar la atención médica en medio del paro de residentes. Argumentando “riesgo inminente para la salud de sus pacientes” buscan que los profesionales médicos residentes, que están de paro en principio hasta el jueves, retomen sus tareas habituales y guardias.

Con la consigna “S.O.S. Garrahan, salvemos el hospital”, los residentes volvieron a parar esta semana. La semana pasada realizaron un paro de 72 horas y un abrazo simbólico al edificio. Denuncian, entre los principales problemas, un sueldo estacado en los $797.061 para jornadas de más de 60 horas semanales. Desde hace tiempo que los profesionales de este establecimiento pediátrico nacional de referencia denuncian falta de presupuesto, congelamiento de sueldos y el consecuente éxodo de médicos al sector privado, donde llegan a duplicar los ingresos.
Este lunes comenzaron otro paro que durará hasta el jueves 29 de mayo, con la posibilidad de mantenerse indefinido si no hay soluciones al pedido de recomposición salarial.
En la presentación, realizada ante el Juzgado Civil y Comercial Federal N°6, la institución subraya la gravedad de la situación actual y argumenta, según difundieron, que la interrupción de las tareas por parte de un sector clave de su personal médico genera un riesgo inminente e irreparable para la salud y la vida de los pacientes. La demanda enfatiza que la suspensión de actividades asistenciales, tanto en consultorios externos como en áreas críticas y de internación, compromete directamente la atención de patologías complejas, la continuidad de tratamientos prolongados y la capacidad de respuesta ante emergencias pediátricas.
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El Garrahan, una de las instituciones pediátricas más importantes a nivel nacional, fundamenta su pedido en la “obligación irrenunciable de salvaguardar el derecho a la salud y a la vida de sus pacientes”, derechos consagrados en la Constitución Nacional y en diversos tratados internacionales de Derechos Humanos. La presentación judicial hace hincapié en el carácter de interés público y función social esencial que cumple el hospital, cuya operatividad no puede verse seriamente afectada sin consecuencias directas sobre la población más vulnerable.

El escrito legal también solicita la habilitación de días y horas inhábiles para la resolución y notificación de la medida, lo que evidencia la percepción de la urgencia con la que el hospital considera necesario que la justicia actúe para una pronta normalización de las actividades.
El año pasado, en una de sus primeras medidas, el ministro de Salud, Mario Lugones, echó a los integrantes del Consejo de Administración porque habían resuelto pagar un bono complementario de $500.000 a todo el personal, que luego mantuvo. Y redujo el número de representantes del Gobierno Nacional a tres en lugar de cuatro. Está presidido por Soraya Anis El Kik y por Roberto Agustín Dalmazzo y Jorge Menehem, como consejeros.
Según contaron los profesionales que encabezaron la protesta ayer, no hay diálogo con el Ministerio de Salud, que sí recibió a los miembros del Consejo de Administración. Recordaron también que la última paritaria fue durante el gobierno anterior, por lo que desde que asumió Milei los aumentos discrecionales se ubican alrededor del 1% mensual.
“Desde hace ya varios años, el personal del Hospital Garrahan sufrimos un deterioro continuo de las condiciones salariales y laborales. En 2024 y lo que va de 2025, este deterioro se profundizó sin que exista una sola recomposición paritaria acorde al trabajo que realizamos y al contexto económico que atravesamos. Esto no es solo una cuestión que afecte nuestros sueldos, sino que tiene consecuencias directas sobre la atención. Profesionales altamente capacitados, formados en este mismo hospital y cuya experiencia es prácticamente irreemplazable, han renunciado para buscar mejores condiciones en otras instituciones del país o del exterior”, sostuvo ayer Mariano Boglione, coordinador del Centro Quirúrgico del hospital.
Y remarcó: “El Hospital Garrahan no es solo un hospital. Es el centro de referencia nacional en salud pediátrica de alta complejidad. Aquí se trata a niños con cáncer, cardiopatías, enfermedades neurológicas y enfermedades muy poco frecuentes, entre otras muchas. Aquí se realizan trasplantes de órganos sólidos y también de médula ósea. Se cuida a bebés que nacen con patologías complejas y se acompaña a niños y niñas de todo el país sin importar su condición social o su situación económica. Cada niño que llega al Garrahan representa una historia. Cada profesional que lo atiende representa años de formación rigurosa, experiencia y compromiso”.
Residentes
Los residentes están en un sistema de formación integral de posgrado, forman parte de un equipo de trabajo y asumen responsabilidades progresivas en el cuidado del paciente según su año curricular. Deben cumplir con el 75 por ciento de asistencia y con el cronograma de guardias establecido en su plan de formación, lo que les da el derecho a promocionar y a cobrar el estipendio completo.
“Sin residentes no hay futuro posible para el Hospital Garrahan. […] El Garrahan es un orgullo nacional. Es una institución que garantiza el derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes de todo el país. Si el Garrahan se derrumba, se derrumba tanto la red pública como privada de atención infantil de alta complejidad. […]. Cuidar el Hospital Garrahan es cuidar a nuestros hijos. Defenderlo es defender el futuro”, concluyó Bloglione.
Y marcó que sus salarios se ubican por debajo de la canasta básica y que esto lleva, a la vez, a que peligre la continuidad de los programas de formación.

LA NACION