El piloto japonés perdió el control en la segunda chicane de Imola y se estrelló a gran velocidad contra las protecciones; salió ileso, pero será evaluado médicamente.
Yuki Tsunoda ha estremecido al paddock con un brutal accidente durante la Q1 del Gran Premio de Emilia-Romagna, en Imola. El piloto japonés de Red Bull, que entró en la alineación principal en Japón tras sustituir a Liam Lawson, ha perdido el control de su RB21 en su primer intento de vuelta rápida.
Ha ocurrido en el primer sector, justo en la segunda chicane del trazado de Imola. Tsunoda ha pisado ligeramente el piano interior, ha desestabilizado el coche y ha terminado impactando violentamente contra las protecciones. El monoplaza ha girado sobre sí mismo tras el choque, en un incidente rapidísimo que puso los pelos de punta.
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Afortunadamente, el halo ha hecho un trabajo impecable: en una maniobra tan brusca, podría haber habido contacto con el casco, pero el sistema de seguridad ha protegido al japonés. Tsunoda ha salido por su propio pie, aunque fue asistido de inmediato por el coche médico. Se espera que pase por el hospital del circuito para someterse a pruebas, ya que el sensor de impacto se habría activado tras superar el umbral de fuerzas G. La Q1 se ha parado, pues los comisarios han sacado la bandera roja.
«Madre mía… ¿Está bien? He visto el accidente en las pantallas», preguntó Liam Lawson. Todos los pilotos han preguntado por la salud del japonés, pues el coche ha quedado completamente destrozado.
Es el colofón a un fin de semana muy difícil para Tsunoda, que ha sufrido en todas las sesiones de libres y no ha conseguido acercarse al ritmo de su compañero, Max Verstappen. Aún en proceso de adaptación tras su ascenso al primer equipo, este accidente complica su camino… pero lo importante hoy es que está bien.
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