El actor de «Clave de Sol» y «Todo o nada» murió el pasado domingo
El dramaturgo Alfredo Lépore murió el pasado domingo a los 81 años, era actor, director teatral y alma silenciosa del teatro argentino. No tuvo nunca una fama escandalosa. No encabezó obras con luces de neón. Pero su arte, profundo, constante, a veces invisible, fue un pulso firme que sostuvo el teatro desde sus cimientos.
la Asociación Argentina de Actores y Actrices publicó en sus redes sociales «despedimos con profundo pesar a nuestro afiliado Alfredo Lépore». El actor nació el 6 de junio de 1944 y desde joven se sumergió en la dramaturgia y la dirección escénica, ese lugar donde el ego se disuelve para que surja la obra.
Su carrera fue larga y variada. En teatro, su medio más fértil, brilló en piezas como Yerna, Jugando con el dúo mágico, Y usted ¿nunca tuvo un amante? y La calle de las sorpresas. Pero también fue autor y ahí radicaba otra de sus pasiones. Obras como El verdadero yo de una demente, La burbuja encantada y Usted nunca tuvo un amante muestran a un Lépore inquieto, creativo, con una mirada lúdica e introspectiva del mundo.
En televisión, su nombre quedó ligado para siempre a Clave de Sol, aquella emblemática tira juvenil que marcó a una generación. Compartió escenas con Pablo Rago y Leonardo Sbaraglia, dos figuras que luego despegaron con fuerza. El director, en cambio, se mantuvo como un satélite calmo, observador, siempre cerca pero sin ruidos.
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