Ucrania: Washington, Moscú y Kiev negocian el acuerdo

En Estados Unidos, continúan las conversaciones del presidente Trump para una tregua en el conflicto en el corazón de Europa, con Rusia y Ucrania. Estamos trabajando para lograr un alto el fuego incondicional de al menos un mes, bajo pena de sanciones por parte de Estados Unidos. El presidente ucraniano, Zelensky, ya ha dejado claro que está dispuesto a encontrar soluciones.

Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano

Una tregua sólida e incondicional de al menos 30 días. Este es el objetivo ideal que Estados Unidos debe alcanzar en las negociaciones en curso en Washington con Rusia y Ucrania, que también ponen sobre la mesa la esperanza de que los países involucrados «respeten la santidad de las conversaciones directas». Pero el presidente estadounidense, Donald Trump, dejó claro en las redes sociales que si no se respeta el alto el fuego acordado, él y sus socios estarían «preparados para imponer nuevas sanciones». «Miles de jóvenes soldados mueren cada semana y todo el mundo debería querer que esto se detenga», añadió Trump. «Como presidente, trabajaré para asegurar la paz entre Rusia y Ucrania, junto con los europeos, y será una paz duradera».

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La posición de Ucrania

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reiteró su disposición a encontrar una solución pacífica al conflicto, llevando a cabo negociaciones en todos los formatos posibles, siempre que Rusia demuestre su firme voluntad de poner fin a la guerra, comenzando con un alto el fuego completo e incondicional. La tregua de 30 días es una perspectiva que también recibió con satisfacción la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien anunció en redes sociales haber mantenido una conversación telefónica «agradable» con el presidente ucraniano. Europa «permanecerá al lado de Ucrania», subrayó, «con el objetivo de fortalecer su presencia en la mesa de negociaciones y contribuir al logro de una paz justa, duradera y global».

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El eje Rusia-China

En el contexto de la crisis ucraniana, las relaciones entre Moscú y Pekín se están fortaleciendo: ayer, durante la reunión en el Kremlin entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, ambos reiteraron su apoyo a todos los esfuerzos encaminados a promover una solución pacífica a la guerra, subrayando la necesidad de abordar sus causas profundas de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas. La reunión también se centró en las relaciones bilaterales, la cooperación y los principales temas internacionales y regionales de interés común. Los dos líderes también acordaron trabajar juntos contra lo que se ha definido como la «arrogancia hegemónica» del mundo. Putin se muestra satisfecho y considera que las relaciones con China están «al más alto nivel de la historia».