
La Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (FESTRAM) ha decretado un paro de 72 horas, coincidiendo con la etapa final de la campaña, suscitando inquietud entre los alcaldes peronistas.
La preocupación de los alcaldes surgió durante el asado organizado por Roly Santacroce, alcalde de Funes, donde se reunieron varios líderes municipales junto al ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis, el de Transporte, Diego Giuliano, el candidato a vicepresidente Agustín Rossi y el senador Marcelo Lewandowski.
Según declaraciones de uno de los alcaldes presentes, «Pareciera que juegan para Milei», haciendo referencia al sindicato que amenaza con paralizar las actividades durante tres de los últimos cuatro días hábiles de la campaña electoral.
Ante la inquietud generada, Agustín Rossi, en su papel de candidato a vicepresidente, se comunicó con Jesús Monzón, secretario general de FESTRAM, solicitando una reconsideración de la medida.
«Espero que no hagan paro. Monzón me dio un medio sí, ojalá que tiren para atrás la medida», comunicó Rossi luego de la conversación. Por otro lado, desde el gremio de los municipales atribuyen la responsabilidad de la situación al exministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, alegando que fueron los intendentes radicales quienes entorpecieron la negociación paritaria, forzando a los sindicatos a tomar medidas drásticas.
Los problemas no se limitan al paro inoportuno. Los intendentes también han enfrentado dificultades con el retraso en el pago del fondo de obras menores por parte de la administración de Perotti, algunos de ellos sin recibir pagos desde julio, lo cual ha obstaculizado la realización de proyectos y ha complicado las elecciones locales.
En consecuencia, durante las reuniones de transición entre los funcionarios de Perotti y los delegados de Pullaro, se ha comenzado a analizar con seriedad las deudas que la administración actual tiene con los municipios, afectando sorprendentemente tanto a alcaldes oficialistas como de la oposición.
