
El ministro de Transporte, Diego Giuliano, propone una renuncia voluntaria a los subsidios del transporte, desafiando a los críticos a asumir personalmente el costo real del boleto.
El ministro de Transporte, Diego Giuliano, anunció este lunes la posibilidad de renunciar a los subsidios al transporte, retomando la vieja estrategia de Cristina Kirchner para marcar la contradicción de los que cuestionan políticamente las ayudas estatales pero se niegan a renunciar a ese beneficio en su vida personal.
En una conferencia de prensa convocada especialmente para este anuncio, Giuliano afirmó: «Como desde algunos espacios políticos se advierte a los usuarios que los subsidios al transporte no son necesarios, damos la oportunidad de opción de renunciar voluntariamente».
Apuntando a informar a los usuarios para que tomen una decisión informada sobre los subsidios, Giuliano destacó que esta acción busca señalar claramente el posicionamiento en el debate público, en lo que parece una referencia directa a figuras como Javier Milei y Patricia Bullrich.

El ministro destacó el impacto de esta medida en el poder adquisitivo de los ciudadanos, afirmando que se trata de una política de Estado que fomenta el uso del transporte público como una forma de transferencia de salario indirecto.
En términos concretos, se estima que, sin el subsidio, el boleto promedio de colectivo en el AMBA ascendería a $700, mientras que el de tren alcanzaría los $1100. Cabe destacar que esta decisión, que será oficializada próximamente en el Boletín Oficial, solo afectará al sistema de transporte público bajo jurisdicción nacional en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Sin embargo, renunciar al subsidio conlleva la pérdida de todos los beneficios asociados a la tarjeta SUBE, incluida la tarifa social y los descuentos en los trasbordos. El ministro también adelantó que, en caso de una victoria de Massa, la política de subsidios al transporte se centrará en subsidiar a los pasajeros en lugar de a las empresas, invirtiendo así la dinámica actual.
