El “Operativo Regreso Seguro” enfrenta como mayor limitante las autorizaciones para aterrizar en el aeropuerto Ben Gurion.
El operativo para repatriar a los argentinos varados en Israel avanza enfrentando desafíos considerables debido a la situación de conflicto. Uno de los principales obstáculos es la limitada autorización para aterrizajes en el aeropuerto Ben Gurion. Durante el primer vuelo, la aeronave Hércules tuvo que esperar en Mallorca hasta que se otorgó el visto bueno, y luego se le permitieron solo dos horas en el aeropuerto para llevar a cabo las operaciones necesarias. A pesar de estos desafíos, el proceso se llevó a cabo exitosamente, con la colaboración de autoridades italianas que facilitaron el proceso migratorio en un aeropuerto alternativo en Roma.
Un segundo vuelo, realizado en un avión civil, no obtuvo la autorización necesaria por parte de las autoridades en Jerusalén y ha emprendido su regreso a Buenos Aires. En respuesta a esta situación, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Defensa, Jorge Taiana, han organizado la incorporación de un Boeing 737 de la Fuerza Aérea, que ha sido sometido a mantenimiento por parte del personal de Aerolíneas Argentinas. Este nuevo avión tiene una capacidad mayor, con espacio para 117 personas, en comparación con las 50 que podía transportar el Hércules. Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, “con los dos aviones, este viernes esperamos llevar 200 personas a Roma.” La urgencia del operativo se debe a la incertidumbre sobre si el conflicto se intensificará cuando Israel entre en Gaza.
La repatriación de argentinos se ha vuelto complicada debido a las precauciones lógicas que el gobierno de Israel toma con respecto a su espacio aéreo. Solo se permiten vuelos de El Al, algunas aerolíneas con seguros que cubren operaciones en zonas de conflicto y aviones oficiales de otros países. Además, en el primer vuelo del Hércules, la espera en Mallorca se debió a la llegada simultánea del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al aeropuerto Ben Gurion, lo que requirió un despliegue de seguridad.
El acceso limitado a las autorizaciones de aterrizaje, que se otorgan por un máximo de dos horas, impone la necesidad de que los pasajeros lleguen con mucha antelación al aeropuerto para acelerar las operaciones de migración, seguridad y abordaje. La colaboración de personal de las embajadas en Tel Aviv y Roma ha sido esencial en este proceso.
En un intento menos organizado, el cineasta y piloto Enrique Piñeyro puso a disposición su Boeing 787 a través de la ONG Solidaire para traer a los estudiantes del colegio Martín Buber en Tel Aviv. Sin embargo, la falta de autorización de Israel para el vuelo civil y la tripulación civil llevó a la cancelación de este vuelo, que se dirige de regreso a Buenos Aires. Los estudiantes del colegio Martín Buber han vuelto a la lista de repatriación del Hércules, y se espera que tanto el Hércules como el 737 obtengan la autorización necesaria para aterrizar y despegar este viernes al mediodía.
La prioridad en el proceso de repatriación la tienen los adolescentes que viajan con sus padres, ya que son menos vulnerables a las incomodidades del Hércules. Los próximos vuelos incluirán a estudiantes que estaban en un viaje de estudios en Israel.
Paralelamente, Cancillería y el Ministerio de Defensa han preparado un segundo avión de las Fuerzas Armadas, un Boeing 737, que tiene como destino Tel Aviv este viernes. La rápida movilización y el mantenimiento del avión por parte del personal de Aerolíneas Argentinas han agilizado el proceso, lo que podría permitir que más de 200 argentinos sean repatriados en Roma y regresen a Buenos Aires antes del domingo.
El desafío adicional se presenta con los argentinos en Cisjordania, que enfrentan dificultades para llegar al aeropuerto Ben Gurion debido al cierre de fronteras por parte de Israel. Se les ha recomendado que se dirijan a Aman, la capital de Jordania, desde donde pueden tomar vuelos sin restricciones. En general, a quienes se encuentran en Israel se les aconseja aprovechar la oportunidad de volar con El Al, Ethiopian o las aerolíneas de bajo costo que operan en la región para dirigirse a cualquier país europeo.
Dada la incertidumbre sobre la evolución del conflicto, con la posibilidad de una intervención militar en Gaza, se espera que las restricciones y regulaciones cambien constantemente. Por lo tanto, el operativo de repatriación se está llevando a cabo con la máxima velocidad posible, aunque las disposiciones y autorizaciones se ajustan minuto a minuto.
Con información de Página 12
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